Música para Kikala

A.G.
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Un concierto de la Orquesta de Cámara Santa Cecilia recaudará fondos para ayudar a una familia senegalesa a pagar los gastos de la enfermedad de su bebé de dos años

KIkala, la semana pasada en la puerta de su casa

Tiene poco más de dos años y está muy enfermo. A falta de hacerle más pruebas y estudios,  parece que el diagnóstico más compatible con lo que saben hasta ahora los médicos es que Kikala Diallo padece una anemia de células falciformes, una enfermedad hereditaria que provoca anemia severa y una depresión del sistema inmunológico que le hace vulnerable a las infecciones y al cáncer. Los profesionales que le han visto sospechan que puede padecer, además, un proceso tumoral. "Todo esto implica  -explican desde la ONG Yakaar África- la necesidad de completar los estudios y continuar las revisiones para valorar la necesidad de transfusiones y vigilar sus defensas y posibles procesos infecciosos, además de su desarrollo, que se va a ver afectado considerablemente". 

Para continuar estudiando lo que le ocurre a este bebé y poder pagarlo es necesaria la solidaridad. Porque Kikala vive en una aldea  llamada Dindefelo, en Senegal, un país con un sistema sanitario "enormemente insuficiente y absolutamente desbordado", como lo definen desde la ONG, y en el que solo la capital, Dakar, tiene un hospital de calidad parecida a la de los europeos "pero al que solo tienen acceso quienes trabajan en las multinacionales y algunos senegaleses privilegiados". Por supuesto, cualquier servicio es de pago y aunque los precios son muy bajos (una consulta oscila entre los 30 céntimos y 1,5 euros) el salario medio es de 100 euros al mes, dinero con el que tiene que vivir una familia que en la mayoría de los casos tiene diez miembros o más.

Con el objetivo de hacer frente a esta emergencia, Yakaar África ha organizado un concierto solidario -sus fondos irán destinados íntegramente a los gastos médicos del niño- que tendrá lugar el próximo sábado, 4 de mayo, en el auditorio Fundación Cajacírculo (Ana Lopidana, 6), y lo ha hecho por el impulso de dos burgalesas, Paula Álvarez y María  José Ridao. Para esta última, Kikala es su "hermanito pequeño". Ridao compartió la casa de su familia durante seis meses mientras trabajaba en un proyecto de investigación y conservación de chimpancés en la región de Kedougou -a la que pertenece la aldea en la que vive la familia del niño- realizado por Instituto Jane Goodall, de cuya junta directiva en la oficina que tiene en España ha formado parte durante diez años.

"La idea de compartir alojamiento con las familias locales tenía varios objetivos, conocer su cultura, necesidades e intereses e inyectar ayuda en sus economías, y para mí resultó una experiencia excepcional e increíble. Aprendí con ellos y de ellos todo lo que sé de Senegal y de la cultura musulmana, a comprender comportamientos, interpretar conductas y entender todo lo que tenemos en común porque, en el fondo, todos los seres humanos somos iguales aunque parezca que somos opuestos", explica María José, que también colabora con la Fundación Mayo Rey. Tan estrecha fue la relación con sus ‘caseros’ que ahora son más que eso: son su madre, su padre y sus hermanos africanos, por lo que se está volcando en la organización del concierto. Con la familia Diallo sigue permanentemente en contacto gracias a que en la aldea -que no dispone de agua ni corriente eléctrica- hay una precaria conexión a internet.

Así, a través del correo electrónico, el padre de Kikala le envió a María José el pasado jueves la imagen del niño que pueden ver sobre estas líneas en la que se le ve, explica, un poco más recuperado: "Parece que le está haciendo efecto el tratamiento antibiótico que le están administrando frente a algunas de las infecciones que padece pero es necesario que se le someta a pruebas para saber exactamente qué le ocurre".

Por ello confía en que la afluencia al concierto sea suficiente y da las gracias a todas las personas que se han involucrado en el proyecto, comenzando por la Orquesta de Cámara Santa Cecilia, que será la encargada de ofrecer gratuitamente el concierto, en cuya preparación han colaborado otras entidades y empresas: Gráficas Tizona, restaurante Viva la Pepa, Deportes Manzanedo, Fundación Cajacírculo, que ha cedido el auditorio, y librería Santiago Rodríguez.