Miranda vacuna desde hoy 120 mayores de 80 años al día

Ó.C.
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Las previsiones dependerán del suministro de las dosis, pero la previsión establece superar las 2.800 personas asistidas dentro de los centros de salud

Imagen de la campaña de vacunación en Burgos a los mayores de 80 años, que ya ha comenzado. - Foto: Valdivielso

Como un reto más. Así afronta la Atención Primaria en Miranda la campaña de vacunación que empieza este lunes con los mayores de 80 años, lo que supondrá, como reconocen los sanitarios, una nueva presión para ellos. «Será los lunes, martes, miércoles y jueves por la tarde», aclara el coordinador del centro de salud Miranda Oeste, Miguel Ángel Martínez, que añade que también han empezado a llamar a profesionales sanitarios que desempeñan su labor en el sector privado. En el Miranda Este y el Oeste el procedimiento será idéntico, con 60 personas citadas cada jornada en cada uno de ellos.

Ignacio Sedano, coordinador del Este, remarca que «la vacunación no se hará en las casas, sino en cada centro con personal sanitario, que será quien contacte con ellos». A partir de ahora la campaña continuará por criterios de edad, aunque los sanitarios puntualizan que el desarrollo «dependerá mucho del suministro de las vacunas».

En un principio querían terminar con esta franja de edad en tres semanas «pero los laboratorios ya han dicho que rebajan la previsión», lamenta Martínez, por lo que reitera que el ritmo todavía puede tener algún cambio. Por lo dos centros de Miranda pasarán más de 2.800 personas en estas semanas, por lo que se extenderá durante todo marzo y también durante abril. En el Este, la cifra de pacientes con esta edad o superior ronda los 1.300, mientras que en el Oeste llega a los 1.500. Además, a estos dos registros hay que añadir las personas que estén fuera del Sacyl con otras aseguradoras.

Otro de los aspectos ya aclarados, aunque sí que hubo dudas, es el lugar en el que ejecutarán las inyecciones. «Se hará en los centros de salud porque en Miranda se ha planteado hacerlo en otro sitio, pero parece ser que no se puede hacer otra cosa», confiesa Martínez. Desde el punto de vista organizativo supone un mayor problema, porque «no puedes hacerles esperar de pie y hay que controlar los espacios para que no se acumule la gente», porque además «se tienen que quedar quince minutos después de la vacunación por si hay alguna reacción», apunta.

Durante este tiempo en el que han empezado a vacunar a otros sectores, los mayores «han estado intranquilos» y han acudido a su médico, por lo que en las consultas «durante este tiempo hemos ido explicando todas las dudas, porque ellos escuchan muchas cosas», aclara Martínez, aunque Sedano reconoce que este año ha cambiado de alguna manera la percepción de las vacunas «porque con las de la gripe todos los años sobran pero este año han faltado».