Briviesca suspende Santa Casilda y La Tabera por el virus

S.F.L.
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En un principio, el Ayuntamiento no contempla la opción de ubicar ambas festividades en otra fecha e igualmente suspende todas las actividades culturales y deportivas programadas para abril y mayo

En 2019 quince bares de la ciudad instalaron sus mesas de juego, por las que pasaron miles de euros. - Foto: PATRICIA

El Ayuntamiento de Briviesca ha tomado, muy a su pesar, la decisión de suspender las actividades programadas para los meses de abril y mayo en la ciudad como consecuencia del estado de alarma en el que se encuentra sumergido el país. Dicha medida incluye la festividad de Santa Casilda y la rogativa de La Tabera, ambas de carácter tradicional en la que cientos de vecinos y visitantes de Burgos y otras provincias participan cada año.

Ante la dificultad de conocer la evolución de las complicadas circunstancias que se viven y por responsabilidad con la ciudadanía de Briviesca, el equipo de gobierno considera que pese a que se levante el estado de alarma, la normalidad tardará en llegar. Una decisión complicada pero necesaria que se ha tomado para «garantizar la salud y el bienestar de los vecinos», reconoce el alcalde del municipio, Álvaro Morales. El compromiso de su gobierno está con la ciudadanía y entre sus prioridades destaca preservar la seguridad de todos los residentes.

Aunque el confinamiento se termine en las próximas semanas, Morales considera que la vuelta a la normalidad llevará su tiempo. «Me imagino que una vez que se pueda volver a salir a la calle habrá que evitar aglutinamientos masivos en un mismo espacio», declara. Por el momento, sus labores se centran en la gestión de todas las actuaciones que genera la situación de clausura y no contemplan la acción de ubicar las dos celebraciones en otras fechas.

A escaso tiempo de su celebración -Santa Casilda el 9 de mayo y La Tabera el día 19- los multitudinarios actos religiosos y festivos, en principio, no se podrán llevar a cabo atendiendo a las medidas de las autoridades sanitarias para así frenar la pandemia del COVID-19.

"Es lo coherente". Los vecinos de la localidad burebana con los que este periódico se ha puesto en contacto manifiestan una misma opinión. «Considero que es lo coherente y que existen motivos de peso totalmente justificados para dar este paso», apunta Javier, un joven briviescanos. Como lo primero es la salud, Patricia testifica que «ya habrá otras fechas que celebrar». Propone que la cuantía presupuestaria destinada a ambos festejos podría dedicarse -una vez termine toda esta pesadilla- a «rehabilitar la economía del municipio o incluso aportando al sector sanitario».

Estos eventos convocan a cantidad de gente de la ciudad y de fuera. La Tabera -a la que acuden las principales autoridades nacionales, autonómicas y provinciales- mantiene sus principales características desde 1794 en el que la corporación briviescana rogó la ayuda de Santa Casilda para frenar una devastadora epidemia. Su arraigo permitió que lograra la calificación de Fiesta de Interés Turístico Regional en el año 2000. Una vez finalizan los actos religiosos y la tradicional comida campestre, los bares de Briviesca instalan sus mesas de juego y la fiesta se alarga hasta casi el amanecer.

Dos días muy destacados en las cajas de cualquier establecimiento hostelero de la ciudad. Elena, dueña del bar ¿Y ahora qué? afirma no tener conocimiento de esta decisión pero aún así cree que es la correcta. «Son dos fechas buenísimas para nosotros. Tenemos mucho trabajo y la gente, pese a la cris de la que todavía no nos hemos recuperado del todo, continúa gastando. Pero ante todo está la salud de las personas», expone.

Este año la fiesta de Santa Casilda cae en sábado y por ello el Consistorio decidió cambiar el festivo local al día de La Tabera.