El invierno explosiona estos días en su máximo esplendor, aunque la cultura lleva anclada en él desde que se desató la crisis sanitaria. La batalla se alarga, pero la rendición no figura en su vocabulario. Un ejemplo de esa lucha es la programación de la Fundación Caja de Burgos para los primeros compases de 2021. Su responsable de Cultura, Óscar Martínez, avanza que para el primer semestre continúan trabajando en estructura de pandemia «con espectáculos de formato más contenido por las exigencias de aforos, intentando limitar la presencia de artistas internacionales por la dificultad de los desplazamientos y el compromiso de recurrir al tejido creativo más próximo». Se plantean trazar una temporada con normalidad a partir de septiembre y guardan la esperanza de recuperar los ciclos estivales que desarrollan junto a la Universidad de Burgos.
Y con ese tiento y esas claves, se descuelga la nueva agenda. Aflora poderoso el II Festival de Jazz Sesión B, con nuevos conciertos y los aplazados en la primera edición por culpa del coronavirus. Emergen los nombres de María Toro Quartet, que presentará su nuevo trabajo, Fume (27 de febrero); Gonzalo del Val Trío con el trompeta Benet Palet (26 de marzo); el saxofonista cubano Ariel Brínguez, en formato quinteto (9 de abril); y el saxofonista Kiko Berenguer, con su fusión de sonidos mediterráneos (7 de mayo). Se sumará la banda burgalesa Just Friends, con un concierto familiar (7 de marzo), y las citas reubicadas con ALA.NI (13 de marzo), Speedometer (16 de abril) y Yolanda Brown (28 de mayo).
Sesión B apuntalará su programa con talleres, de flauta travesera con María Toro (27 de febrero) y de jazz para jóvenes intérpretes con Rubén Ortiz y Rodrigo Vázquez (27 de marzo); la mesa redonda La mujer en la industria musical: participación y equidad de género (11 de marzo); y el ciclo de cine Grandes mujeres de jazz, con las proyecciones de Bessie (7 de abril), Nina (14 de abril) y Amy (21 de abril).
La coctelera musical se completa con la ya anunciada presencia de Carmen París (aplazada al 24 de abril), Vicente Navarro (20 de febrero) y, junto con el Babieca Folk, Fernando Barroso y Mayalde, el 20 y 22 de enero.
El otro gran refugio en este largo invierno son las artes escénicas. El teatro, ahora mismo en ebullición con el Escena Abierta, reconforta con nuevas piezas y otras aplazadas por el bicho... o el temporal de frío, que obligó a posponer Vida, de Javier Aranda, recolocada el 31 de enero. A esta propuesta familiar se unen Italino Grand Hotel, de Cía. La Tal (7 de febrero), y El viaje de Ulises, de Gorakada (21 de febrero).
Tardes de puro teatro prometen Dos De Gala, el proyecto en el que Mónica Runde, Inés Narváez Arróspide y la burgalesa Elisa Sanz recrean la relación entre Dalí y su musa, Gala (6 de febrero), y Genoma B, de Cía. Albadulake, una adaptación de La casa de Bernarda Alba (6 de marzo). Lo serán igualmente con los ya sabidos Losers (23 de enero); ¡¡¡Por todos los dioses!!!, con Fernando Cayo (30 de enero); y Benditas, todo viene del cielo, de El Mono Habitado (13 de febrero).