Los planes deportivos del Burgos CF avanzan, aunque a un ritmo muy lento. El área deportiva sigue esperando a que la Federación Española de fútbol confirme las fechas y el modelo de competición de la próxima campaña. El fin de semana del 17 y 18 de octubre se prevé como el del inicio de la liga, mientras que la división de los equipos en 10 subgrupos parece también el modelo con más posibilidades de ver la luz, aunque no existe ninguna certeza.
Así las cosas, el cuerpo técnico comandado por Julián Calero tiene ya en mente una hoja de ruta en el que contempla una pretemporada de 10 semanas, con el inicio de los entrenamientos entre el 7 y el 10 de agosto y dos pequeñas concentraciones para que el equipo juegue varios amistosos y el grupo se vaya acoplando en todos los sentidos.
Llegarían separadas en el tiempo y la primera de ellas está prevista para el primer tercio de pretemporada, entre la tercera y la cuarta semana, mientras que la siguiente sería en el segundo (entre la sexta y la séptima semana).
Julián Calero quiere que los suyos lleguen al inicio de la campaña en plenas condiciones y es que, si nada cambia, la primera parte de la competición se convertirá en fundamental y será crucial para que los clubes logren sus objetivos.
Esas ‘miniconcentraciones’ serían de 3-4 días de duración y en destinos relativamente cercanos de la capital burgalesa. La idea es que el equipo pueda jugar entre 2 y 3 partidos y pueda convivir y hacer piña.
Por el momento no hay nada definitivo, aunque el área deportiva ya ha comenzado a trabajar para ir avanzando en varios aspectos y tener todo encarrilado cuando la plantilla blanquinegra comience con el trabajo en el mes de agosto.
El Burgos CF comienza a preparar la que será una temporada tan atípica como importante. La crisis sanitaria cambiará el formato y si se confirma la división de la liga en tres fases, la primera será primordial y marcará el camino de todos los participantes. En el horizonte está la Segunda B Pro, una categoría en la que el Burgos CF ha fijado su objetivo mínimo, y es que no estar en ella supondría un paso atrás para la entidad blanquinegra.