A pesar de un descenso del tráfico del 14 por ciento, al pasarse de 15,4 millones de desplazamiento a 13,2 millones, durante los meses de julio y agosto fallecieron en las carreteras en Castilla y León 29 personas, una víctima mortal más que en el mismo periodo del año pasado, mientras que se registraron 23 accidentes mortales, uno menos que en 2019.

Durante el mes de julio se produjeron ocho accidentes mortales en Castilla y León en los que fallecieron 12 personas, seis menos que las registradas en julio del pasado año. Por el contrario, en el mes de agosto se produjeron 15 accidentes mortales en los que fallecieron 17 personas, lo que supone siete fallecidos más que en el mismo mes de 2019.

El 79 por ciento de los fallecidos se produjeron en vías convencionales, en concreto 23 personas, mientras que en autopistas y autovías se registraron seis muertos. Esta distribución por tipo de vía se mantiene respecto al verano anterior. De total de fallecidos, cinco eran peatones.

La colisión fue tipo de accidente que más víctimas mortales supuso, el 45 por ciento, con 13 fallecidos seguido de la salida de vía, el 38 por ciento, con 11 fallecidos.

Respecto del verano pasado, en las provincias de Valladolid (2), Soria (1) y Zamora (2) se registran descensos de dos fallecidos menos en todos los casos. Por el contrario, en Burgos hubo siete muertos en accidentes de tráfico, cuatro más que en 2019; cuatro en León (+2); siete en Salamanca (+1) y dos en Ávila, los mismos que hace un año. En Segovia hubo dos fallecidos (+1) y en Palencia el mismo número (-1).

En lo que llevamos de año, 54 personas han fallecido en accidente de tráfico ocurrido en vías interurbanas de la Comunidad, un 13 por ciento menos que en la misma fecha del año anterior. Este descenso no ha tenido un comportamiento estable debido a la pandemia. Del 1 de enero al 14 de marzo fallecieron 13 personas, un 63 por ciento más, pero durante el estado de alarma, del 15 de marzo al 21 de junio, los fallecidos por accidente de tráfico se redujeron en un 54 por ciento respecto al año anterior con 13 fallecidos menos. Desde el levantamiento del estado de alarma del 22 de junio al 31 de agosto los fallecidos por accidente de tráfico se han incrementado en un 3 por ciento

Estos datos fueron ofrecidos hoy el por el delegado de Gobierno de Castilla y León, Javier Izquierdo, que presentó el balance de la operación verano de Tráfico acompañado de la coordinadora de la DGT en Castilla y León, Asturias y Cantabria, Inmaculada Matías, y por el nuevo jefe de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil en Castilla y León, el teniente coronel Francisco González Iturralde.

Izquierdo lamentó los datos de fallecidos por accidente de tráfico en la Comunidad, más preocupantes si cabe teniendo en cuenta el descenso del número de desplazamientos, e insistió en la importancia de extremar las precauciones y en la relevancia del papel de los sistemas de vigilancia en las carreteras que cada año pone en marcha la Guardia Civil de Tráfico y que nunca son suficientes para evitar estos dramas si no se cuenta con la colaboración de la ciudadanía.

Cinturón

Ademas, el delegado subrayó la importancia de utilizar el cinturón de seguridad y los sistemas de retención infantil y destacó el dato de que el porcentaje de fallecidos que no hacían uso en los siniestros registrados este verano a nivel nacional, un 27 por ciento, es el más alto de los últimos diez años.

“Teníamos una cierta preocupación porque la pandemia, el estado de alarma y el confinamiento tuvieran un reflejo en una conducción impulsiva y por consiguiente un aumento de la accidentalidad, y si bien el número de siniestros se ha mantenido estable, o incluso algo por debajo de los de otros años, hay que recordar que cada uno es una tragedia para las víctimas y sus allegados, algo que, como rezaba el eslogan de la campaña de este año, no nos podemos permitir. No podemos permitirnos más muertos”, señaló Izquierdo.