Julio de 1905 - Un crimen familiar

D.B.
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F.C.M., de 30 años, fue asesinado por su cuñado el 26 de julio de 1905. Al parecer, el suceso tenía un claro antecedente: una discusión entre V.S.M., presunto autor de la puñalada mortal, su hermana y el fallecido

Tras el suceso, se oyeron dos disparos en la Quinta. En un principio se pensó que el presunto asesino se había suicidado, pero finalmente se descartó - Foto: Luis López Araico

LOS HECHOS: V.S.M. se presentó en la tienda 'Gran barato', en la calle Mercado, propiedad de F.C.M.

LA AGRESIÓN: Tras una conversación, F.C.M. invitó a cenar a V.S.M, momento en que éste le apuñaló.

FALLECIMIENTO: La herida causada fue mortal

La relación que mantenían F.C.M. y E.S.M. no fue aceptada en un principio por la familia de ella. Y esta oposición pudo estar detrás del asesinato de F.C.M. a manos de su cuñado pocos días después del enlace de la pareja. Así lo revelaba la edición de Diario de Burgos del 27 de julio de 1905 al día siguiente de que se produjese el suceso. Hasta tal punto la familia de E.S.M. se mostró en desacuerdo con la relación que mantenía con F.C.M. que la pareja decidió fugarse para continuar su historia. Por fortuna, poco después obtuvieron la aprobación de su amor y contrajeron matrimonio el 3 de julio de ese mismo año.

Pero tras el feliz acontecimiento se escondía «algo muy negro», según la citada crónica. Y es que pocos días antes del asesinato, V.S.M. insultó a su hermana E.S.M., provocando que su cuñado y su padre le «amonestaran enérgicamente. Éste sintió desde aquel momento más vehementes los deseos de venganza, y ya en pasadas noches, los que trasnochan pudieron presenciar el espectáculo que dio en los soportales de la plaza completamente alcoholizado», continuaba la noticia

Al parecer, hacia las 21.15 horas del 26 de julio, V.S.M. se presentó en la tienda ‘Gran barato’, en la calle Mercado, propiedad de F.C.M. y al que en ese momento acompañaban su esposa, la criada y el dependiente. El presunto asesino se mostró afable y cariñoso con el matrimonio e incluso habló con ellos de asuntos mercantiles, hasta el punto de que F.C.M. le invitó a cenar. Precisamente fue ése el momento que aprovechó su hermano político para asestarle una terrible puñalada en la región epigástrica derecha, abalanzándose después para maltratar a su hermana. Acto seguido, el autor del crimen huyó precipitadamente ocultando el arma -«una enorme navaja de las denominadas ‘lengua de vaca’»- y se dirigió a casa de su hermano S.S.M. Pocos minutos después, cuando se dirigía a un establecimiento de bebidas de la calle San Juan, fue detenido.

Mientras tanto, algunos comerciantes llevaron al herido a la casa de socorro. La información publicada en DB aquel día relataba que el agredido tuvo tiempo de declarar el nombre del asesino. Pero poco después y dada la gravedad de la herida sufrida, se le administró la Extrema Unción. Posteriormente, falleció. Sobre la mortal herida, se supo que «tenía cuatro centímetros y que fue muy profunda, declarándose por los médicos mortal de necesidad, pues atravesó órganos y tejidos importantísimos».

Paralelamente, V.S.M. era conducido a la cárcel «y fueron necesarios grandes esfuerzos para contener a la multitud, que quería linchar al asesino, el cual, completamente sereno, prestó su declaración ante el juez, confesándose autor del hecho, aunque dándole un giro completamente distinto». En la misma línea, DB aseguraba que «el crimen ha producido la más viva indignación y ha sido el tema de todas las conversaciones y objeto de grandes comentarios».

Mención especial merece, en el relato del suceso, el hecho de que poco después de que tuviera lugar el crimen se escucharon dos disparos en el paseo de la Quinta, lo que llevó a pensar a muchos que V.S.M. «había atentado contra su vida, versión que luego fue desmentida».

Al día siguiente del asesinato, por la tarde, se constituyó el juzgado en el comercio que la víctima poseía en la calle Mercado con el fin de reconstituir la escena del crimen y tomar medidas para esclarecer los hechos.

 

AUTOPSIA

Asimismo el 28 de julio los ilustrados médicos forenses Miegimolle y Andrío realizaron la autopsia a F.C.M. Su trabajo concluyó que «tenía una herida en el hipocondrio derecho, de arriba a abajo y de izquierda a derecha, que afectó profundamente al hígado y que arrastró a su salida al peritoneo. Fue producida por un instrumento corto punzante».

El día 28 a las 9.30 horas de la mañana tuvo lugar el entierro del fallecido en la iglesia de San Lorenzo el Real «con extraordinaria concurrencia. Desde dicho templo se trasladó el clero parroquial al depósito del cementerio, donde se dijeron las preces de rúbrica, procediéndose después al sepelio». Durante muchos días se habló del suceso en la ciudad.

* Este artículo fue publicado en la edición impresa el 12 de septiembre de 2004