El balón mejor peinado de toda su carrera

S.F.L.
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Mario Martínez tuvo la oportunidad de dedicarse a una de sus pasiones: el fútbol. Pero el amor que siente por su tierra natal y las tijeras le han llevado a abrir una barbería en Briviesca

El balón mejor peinado de toda su carrera - Foto: S.F.L.

Cada día, cientos de miles de personas juegan al fútbol en el mundo, millones de aficionados ven los partidos más importantes a través de la televisión, hombres y mujeres compran camisetas, se abonan a un club, buscan un autógrafo de sus futbolistas favoritos, gritan un gol o corean el cántico de su equipo. El briviescano Mario Martínez era uno de esos niños que lo dejaba todo por chutar una pelota pero en su yo interior se escondía su gran pasión, aquella por la que apostó y que ha logrado que se convierta en la forma de ganarse la vida. El adolescente finalmente sacó tarjeta roja al balón y fichó por la peluquería. Tras mucho pelear, por fin cuenta con su propio negocio, la Barbería La Karola.

Desde muy pequeño ha estado vinculado con este deporte e incluso llegó a formar parte de equipos de 2B, que «no me permitían vivir de ello pero el nivel en el campo era altísimo. El fútbol está lleno de ingredientes que me entusiasman, hay que vivirlo con pasión, pero siempre con buena conducta, instruyendo en el juego limpio y el respeto a compañeros y rivales», afirma. Estos valores que aprendió en diferentes vestuarios los lleva al pie de la letra a día de hoy.

Pero volviendo a su trayectoria… «los veranos en Briviesca de hace 15 años poco tienen que ver con los de ahora. Antes tenía tiempo para todo, incluso para ayudar a mi madre en la peluquería», declara entre risas. Cree recordar que la primera vez que sacó agallas para coger un peine, unas tijeras y ponerse a cortar una cabellera fue con 15, y poco a poco, el 'gusanillo' de cambiar de imagen a los clientes creció hasta dejar su primer trabajo en repostería Martínez y trasladarse a Burgos para recibir formación.

Con la clase y maña que demostraba con todos los artilugios de trabajo se hizo un hueco en la plantilla de un salón unisex de la capital. Ahí fue donde comprendió que lo suyo era el servicio a caballeros y entre idas y venidas, y entre medias la oportunidad de dedicarse profesionalmente al fútbol en un pequeño club italiano, pasaron cinco años. «El equipo no pasaba por un buen momento, estuve una semana entrenando con ellos pero al final no cuajó y decidí regresar y centrarme en las cabelleras y en las barbas», expone.

Gracias a las redes sociales dio con el trampolín perfecto para impulsar su carrera, probó suerte y consiguió el más ansiado de los premios. Una de las barberías más reconocidas de Bilbao y del país, La Barbería del Norte, buscaba ampliar su plantilla y el burebano allí que se presentó. Recuerda que pasó muchos nervios durante las tres pruebas que realizó para conseguir el contrato pero, sin duda, mereció la pena. «Llamó un hombre para reservar un corte y me lo 'encasquetaron' en la segunda práctica. Cuando entró por la puerta el presentador Iñaki López el encargado se quedó blanco. Al final se lo montaron de tal forma que no tuve que pasar por ese trago… ni el periodista tampoco», bromea.

Sus tres años de aprendizaje constante le han servido para tomar el impulso que necesitaba. A pesar de que su carrera se desarrollaba con éxito en El Botxo, sus raíces briviescanas y lo duro que se le hacía separarse de su familia, novia y amigos cada semana repercutieron en la decisión de lanzarse al vacío y abrir su propio negocio.

Barbería La Karola tiene poco más de un mes de vida pero ya cuenta con una importante lista de clientes. Se trata de un local vintage pero con el toque más tradicional con las tijeras y cuchillas.

 

ARCHIVADO EN: Briviesca, Bilbao, Burgos