Serrat canta al Benedetti más comprometido y enamorado

Carmen Naranjo (EFE)
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El intérprete recoge en una antología única más de un centenar de poemas del uruguayo escritos entre 1948 y 1973

El cantautor, en una actuación de enero de 2020. - Foto: Alejandro Garcí­a

Razones «exclusivamente personales y subjetivas» son las que han guiado al cantautor Joan Manuel Serrat en la selección de los poemas de Mario Benedetti que ha reunido en una antología del escritor uruguayo, «probablemente el poeta más leído en nuestro idioma y, con toda seguridad, el más cantado».

Una antología que publica ahora la editorial Alfaguara con motivo del centenario del nacimiento de Benedetti (Paso de los Toros, Uruguay, 1920- Montevideo, 2009) y que ha sido prologada por Serrat.

«No es fácil escoger lo más representativo entre la extensa obra de Benedetti, pero confío en que en esta antología estén representados todos los Benedettis que Mario cargaba en su mochila», asegura Serrat: «el oficinista rutinario, el montevideano de clase media, el periodista comprometido, el viajero curioso, el militante de la patria doméstica, el exiliado y el desexiliado, y también el intelectual parcial, el luchador político y, por supuesto, el escritor minucioso y trabajador que nunca dejó de ser».

Además de como escritor, Benedetti se ganó la vida como taquígrafo, vendedor, cajero, funcionario público y periodista, un hombre «extremadamente tímido», recuerda Serrat, que asegura que «el poeta del amor y del exilio» fue un hombre comprometido con su tiempo y con el mundo y supo aunar como pocos en su obra la vida de su país y su problemática personal.

En orden cronológico, la selección de Serrat recoge más de un centenar de poemas de Benedetti, en cuya obra siempre llena de compromiso social no faltó nunca «la imprescindible presencia del amor, el tema más universal de la poesía», señala el cantautor, que explica cómo «generación tras generación, los enamorados colocaron en sus labios algunos de los versos aprendidos del poeta y los grabaron junto a sus nombres en la corteza de los árboles de todos los parques».

Pero al tiempo que el amor, agrega Serrat, a lo largo de toda su vida, por razones literarias o personales, la nostalgia y el exilio estuvieron presentes en la obra de Benedetti.

Bajo el título La nostalgia provoca exilio, Serrat ha agrupado poemas publicados por Benedetti entre 1948 y 1973, mientras que algunos de los que escribió a partir de ese año, cuando el escritor salió de Uruguay, hasta 1984, los ha reunido bajo el epígrafe El exilio provoca nostalgia.

Una etapa de 12 años en Argentina, Perú, Cuba y España en los que el exilio se convirtió en la temática fundamental de la poesía de Benedetti, explica Serrat, que asegura que «el exilio supone una mutilación no solo para el desterrado, sino también para el país que le ve partir».

Vivió en Mallorca pero, a causa del asma que padecía, en 1983 se trasladó a Madrid. Fue allí donde Serrat y Benedetti se conocieron y donde acordaron hacer un disco a cuatro manos, recuerda ahora el cantante. Todos eran versos ya publicados que el uruguayo corrigió y adaptó para ser cantados, a excepción de la canción El sur también existe, escrita para la ocasión.

«No toda la poesía vale para ser cantada ni todos los poetas sirven para escribir canciones, de la misma manera que detrás de un buen autor de canciones no hay necesariamente un buen poeta. Pero en el caso de Mario Benedetti, letrista de canciones por derecho y al tiempo buen poeta, entre poesía y canción no media una frontera clara», recalca Serrat en su prólogo.

Por eso hay más de 200 versiones de canciones registradas con su letra, que convierten a Benedetti, que escribió también novelas, relatos, teatro y crítica literaria -con más de 80 libros publicados-, en el poeta más cantado en español.

«Un hombre de aspecto frágil y sencillo, de gesto y voz mesurada, que acercó a la gente su palabra despojada de solemnidad» y que sobrellevaba el pesimismo y el desencanto con grandes dosis de tenacidad y humor», recalca Serrat que recuerda esa célebre frase suya: «un pesimista es solo un optimista bien informado».