Urgen extender hasta 2022 los ERTE y la exención de cuotas

L.M.
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Los trabajadores autónomos alegan que la quinta ola y las restricciones no les han permitido alcanzar la ansiada recuperación económica prevista antes del verano. Muchos negocios siguen con números rojos

Los trabajadores autónomos se han visto muy perjudicados por el estallido de la pandemia. - Foto: Luis López Araico

A las puertas del verano, en plena escalada de la vacunación y con los niveles de contagios reducidos a una expresión muy baja, empresarios y autónomos se frotaban las manos. La llegada de la campaña estival, en unas condiciones mucho más óptimas que las del año pasado, hacía prever una recuperación más efectiva de la que finalmente se está produciendo.

El estallido de la quinta ola ha provocado que muchos negocios sigan aún con el agua al cuello año y medio después del estallido de la pandemia.Es por ello que el fin de la prórroga de los ERTE y de la exoneración de cuotas a los autónomos, que tocan a su fin entre septiembre y octubre, no hacen sino complicar más el panorama. «No hemos experimentado esa reactivación económica que preveíamos antes del verano», reconoce Domiciano Curiel, presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos(ATA)enCastilla y León. Visto el panorama y el aún lejano regreso a la ansiada normalidad, desde su entidad reclaman alEjecutivo que prorrogue hasta 2022 la extensión de los ERTE o la exoneración de las cuotas.En estos momentos los Expedientes de RegulaciónTemporal de Empleo decaerán el 1 de octubre tras la moratoria acordada en junio. «El turismo ha salvado a algunos negocios de hostelería pero hay muchos otros que no se han recuperado todavía», insiste Curiel. Junto a este sector, desde los hoteles ya han deslizado su preferencia porque la medida de protección se alargue hasta los primeros meses del próximo ejercicio.

También tocará a su fin en octubre la exoneración de las cuotas de autónomos que se acogieron al cese de actividad.En estos momentos, según cálculos de ATA, son aproximadamente 2.000 de los 20.000 que conforman el tejido productivo burgalés los que siguen aún con medidas fiscales reductoras para paliar su situación. En junio se ‘libraron’ de pagar el 90% de la cuota; en julio el porcentaje fue del 75% -solo ingresaron el 25%-; en agosto del 50% y de cara a septiembre se ahorrarán el 25%.

Los autónomos burgaleses que cotizan por la base mínima, la inmensa mayoría, tendrán que pagar este mes 145 euros, 216 en septiembre y la cuota al completo de cara a octubre. «Nos preocupa el ritmo de vacunación y que los contagios sigan al alza, lo que repercute en la prórroga de las restricciones», alerta DomicianoCuriel.

Más cuantía en las multas. La llegada de octubre vendrá también acompañada de un incremento del 20% en la cuantía de las multas en materia laboral que impone la Inspección de Trabajo. Las sanciones tipificadas como leves serán de entre 70 y 150 euros en su grado mínimo, de entre 151 a 370 euros en su grado medio y de entre 371 y 750 euros en su grado máximo. Las graves oscilarán de 751 a 1.500 euros en su grado mínimo, de 1.501 a 3.750 euros en su grado medio y de 3.751 a 7.500 euros en su grado máximo.Por último, las muy graves partirán de 7.501 a 30.000 euros en su grado mínimo, de 30.001 a 120.005 euros en su grado medio y de 120.006 a 225.018 euros en su grado máximo.

Con respecto a la posible subida del SalarioMínimoInterprofesional(SMI), Curiel afirma que todo lo que sea que los trabajadores ganen poder adquisitivo «siempre es positivo», pero se muestra partidario de «esperar unos meses» para que los efectos de ese incremento en el seno de los autónomos «no afecten a la competitividad y recuperación». Se prevé que el SMI suba entre 12 y 19 euros antes de que acabe el año, lo que además de aumentar las retribuciones de los empleados elevará la cuota mensual de autónomos. La mínima podría subir 3 euros (289 euros) y la máxima lo hará en 12 (1.245,45 euros).