Sonata por el 111 cumpleaños de la Sociedad Filarmónica

I.L.H.
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Esta entidad burgalesa lleva más de un siglo programando música, con algún interludio. Mañana (11 del 11) es su aniversario 111 y lo celebra con un libro y un proyecto que pretende atraer a nuevos públicos y extenderse a la provincia

José Luis Soro, Olga Cornejo, Ignacio Ruiz y Nacho Bravo, de la junta directiva, delante del Cuarteto Ribera. - Foto: Jesús J. Matías

De autoría coral, la sonata para relatar los 111 años de la Sociedad comienza con un allegro, un movimiento vivo como el que consiguió traer a Burgos a la vanguardia de la época. Arropada por otras sociedades españolas, la agrupación creada en 1910 nació para traer le mejor música clásica, y eso suponía contar también con la vanguardia. «Se interpretó el repertorio más innovador del momento, como Ravel, Stranvinsky o Debussy. Es muy importante destacarlo porque eso era la música contemporánea y se asumía, cosa que hoy no ocurre», señala José Luis Soro, vicepresidente de la Filarmónica.

En los primeros años era la burguesía la que acudía a los conciertos y pagaba las cuotas como socios, aunque lo de ser miembro estaba reservado para los varones, mientras que las mujeres podían acudir como acompañantes. «Las crónicas en los periódicos destacan la aportación cultural que suponía, pero también hay una reclamación pidiendo que bajen el precio de las entradas para llegar a más gente. Y lo que hicieron es ofrecer algunos conciertos de forma gratuita», apunta el presidente, Nacho Bravo. «Hubo un personaje al que llegaron a hacer socio de honor que dio varios conciertos gratis. Fue alcalde deSan Sebastián y al dejarlo se dedicó a la música», añade refiriéndose a Leonardo Moyua Alzaga, el sexto Marqués de Rocaverde, que cosechó éxito como concertista de piano bajo el nombre artístico de Leo de Silka.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)