La fuente de Santa María, en el hospital

C.M.
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El desmontaje confirma su mal estado. Muchas piezas estaban restauradas con mortero de cemento, que es muy dañino para la piedra, y ahora se sustituirá por otro de cal. Ya se ha procedido a la limpieza del vaso con un cepillo y agua a baja presión

La fuente de Santa María , en el hospital - Foto: Alberto Rodrigo

Los peores pronósticos respecto al estado de la fuente de Santa María, sin duda una de las más fotografiadas por los turistas que llegan a la ciudad, se han cumplido. Los estudios previos ya alertaban de que la piedra de Hontoria utilizada en su talla se había visto afectada por las condiciones climáticas de la ciudad, sobre todo por las heladas y temperaturas bajo cero, y por algunas de las restauraciones pero la intervención integral a la que está siendo sometida por encargo del Ayuntamiento lo ha corroborado.

La empresa Aibur Restauraciones ha realizado ya la limpieza del vaso con un cepillo y agua a baja presión para eliminar la suciedad que presentaba debido a los depósitos de polvo, hollín y partículas procedentes de la contaminación o los excrementos de las palomas, por un lado, y por otro, las humedades procedentes del agua de lluvia o del terreno. La limpieza ha puesto de manifiesto las diferentes tonalidades de la piedra.

También se han eliminado los elementos de mortero de cemento empleados en rehabilitaciones anteriores, que es muy dañino para la piedra y se sustituirán por morteros de cal, mucho más compatible con la piedra. «Se ha hecho una limpieza muy cuidadosa con piedra pómez proyectada, que ha sido consensuada con la Junta de Castilla y León y que no ha deteriorado los pocos elementos originales que quedan», indicó el arquitecto director del proyecto, Javier Garabito.

Por su parte, el restaurador Francisco del Hoyo llama la atención sobre el color que tiene la fuente tras la limpieza. «Tenía una pátina de color para homogenizarla y la evolución no ha sido homogénea, en unas zonas es más gris y en otras tiene un tono más cálido. Ahora se buscará que todo esté unificado».

Ahora se está procediendo al desmontaje de todos y cada uno de los elementos que conforman la fuente. El primero de ellos ha sido la virgen, ubicada en la peana, que se ha envuelto cuidadosamente para su restauración y poco a poco se está haciendo lo propio con el resto de los elementos. «Cuando se desmontan todas las piezas se ven las grietas que tienen y las restauraciones anteriores en las que hay materiales de todo tipo cada uno de los cuales hay que atacar de forma diferente. Cuando vas quitando las piezas ves que están peor de lo que parecía», añadió.

La restauración se hará in situ debido a que las obras de las calle Santa Águeda impiden el trasiego de vehículos y por ello se ha colocado un enorme vallado con el objetivo de que se pueda trabajar con la mayor comodidad y se han colocado estanterías para ir clasificando y numerando las diferentes piezas. «La reintegración de volúmenes perdidos, como por ejemplo, el moro de los tritones se hará con mortero de restauración, que es menos durable que la piedra pero se van a respetar mejor los elementos originales. Si se hacen con piedra se tendrían que eliminar parte de los elementos originales para poder hacer el injerto y la intervención sería más dañina. Las caras de los querubines tienen muchos tratamientos», aseguró Del Hoyo.

También se reintegrarán las piezas que se retiraron por riesgo de caída en 2016 cuando se hizo una intervención urgente y tendrá nueva iluminación. El Ayuntamiento se gasta en la obra 64.200 euros.