Burgos tardó 15 largos años en completar la ronda interior, una infraestructura que se antojaba clave para aliviar el tráfico de la ciudad. El plano obligaba a cruzar todo el centro urbano a los vehículos, con los problemas de congestión que eso conllevaba. Más de 90 millones de euros después, en 2019 se inauguró el último de los trece tramos de este anillo que conecta de manera circular al norte con el sur y al este con el oeste. El puente de las Rebolledas y su ramal hasta Valentín Niño completaron la ecuación y desde entonces las intensidades de coches no han parado de crecer. El doble en este punto, pero también han ganado el resto.
Según los datos facilitados por el área de Tráfico delAyuntamiento de Burgos, la parte más occidental de la ronda interior, la avenida Valentín Niño, ganó unos 3.500 vehículos diarios tras la inauguración del nuevo vial de la Universidad. Son aproximadamente el doble que hace dos años, pues se alcanzan intensidades que superan los 6.000. Pero el cierre del anillo también ha favorecido al resto de tramos.
Por ejemplo, la avenida Caja Círculo ha ganado unos 2.000 vehículos en el último lustro -la mayoría desde que se inauguró el puente de Las Rebolledas-, y unos 1.000 la conexión entre la avenida Islas Baleares y Príncipes de Asturias, que son de las que más tráfico soportan en la ciudad con unos 16.000. Las intensidades también son superiores en la parte sureste, la que va desde Juan Ramón Jiménez al Bulevar. Sin embargo, aquí la lectura que hacen desde el Consistorio es diferente. No creen que sea tanto consecuencia del cierre toda de la ronda, sino que es un cambio progresivo en las costumbres de los conductores.
Pese a que, al contrario que los tramos de la zona norte de la ciudad, el Bulevar cuenta con numerosos semáforos al atravesar buena parte del entramado urbano, cada vez son más los que prefieren utilizar este vial antes que adentrarse en las calles del centro de la ciudad para llegar de un punto a otro. Eso provoca que haya cada vez más congestión y que se estén pensando alternativas para aligerar la circulación en este punto.
«Hay un claro cambio de tendencia desde que empezaron a abrirse los diferentes tramos de la ronda», apuntan desde el área municipal de Tráfico. Los conductores se han «concienciado» de que lo mejor para la movilidad de la ciudad es aprovechar esta infraestructura. Porque, insisten las mismas fuentes, «incluso en las horas punta, en esos momentos en los que se producen pequeños atascos a la entrada de las rotondas, es mucho más rápido cruzar la ciudad por estos ramales».
El puente de Las Rebolledas se inauguró a finales de diciembre de 2018 y tres meses después se completó la obra del anillo interior con el vial que se llamó avenida de la Universidad. Supuso una inversión de 4,2 millones de euros.