Cerca de mil usuarios de geriátricos (970) de toda la provincia se han contagiado de coronavirus en esta segunda oleada pandémica, mucho más larga que la primera pero igualmente indómita, dado que, entonces, el total de positivos en SARS-CoV-2 confirmados rondó el millar. La tozudez de este coronavirus es tal, que residencias que se habían mantenido ‘limpias’ desde marzo están notificando ahora sus primeros casos. Así ocurre en la de Barrantes, donde la Junta acaba de declarar un brote con 10 positivos y su gerente, José María Acosta, no ocultaba ayer su pesar. «Tras todo el esfuerzo con mayúsculas que este equipo ha puesto para evitar esta situación, es duro. Pero ahora toca dar aún más y sin medida por nuestros ancianos», dijo.

El brote que afecta a esta residencia del casco histórico se notificó ayer, junto con otro en un centro de Gamonal con el doble de positivos confirmados (19, en una residencia de la calle Fundación Sonsoles Ballvé, en el Parque Félix), y ya se han puesto las medidas para tratar de frenar en seco la propagación entre los 95 usuarios. La experiencia de estos ocho meses indica que, una vez que el virus entra en un espacio tan vulnerable, puede llegar a contagiar a la totalidad de los residentes; son muchos los ejemplos, también en residencias públicas. En la de personas con discapacidad El Cid se infectaron en octubre el 100% de los usuarios y en la residencia de Cortes, con 117 ancianos, este mes ya se han contagiado la mitad (50 personas y otros 57 están en aislamiento). En sendos casos la titularidad es de la Consejería de Familia.

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