Tantos años de olvido y desconsideración han devenido en hartazgo, en rabia. Así que un grupo de vecinos del entorno del tramo del Camino de Villargámar que pasa frente al antiguo recinto de los depósitos de CLH han decidido iniciar una campaña en change.org para tratar de presionar y que las administraciones (el Ayuntamiento de Burgos, principalmente) hagan lo que deben: acondicionarlo de un vez por todas. Tienen argumentos poderosos: hay un colegio en el entorno, y son muchas las familias que pasan por allí a diario ida y vuelta, viéndose obligadas a utilizar la calzada especialmente cuando ha llovido o nevado y el tramo sin calzada por el que deben transitar es un barrizal infame, con el riesgo añadido de coches y autobuses silbando a su lado.
Es un camino que va hacia un colegio de Primaria, donde hay niños muy pequeños -y, por tanto imprevisibles-, así como la ruta natural hacia la Escuela de Artes y facultades como las de Educación y Económicas. Por las obras reacondicionamiento de los terrenos donde se ubicaron los depósitos de CLH no se ha hecho acera siquiera provisional, pero es que esta circunstancia añade aún más riesgo de posible atropello, toda vez que del recinto entra y sale maquinaria pesada, amén de la que transita por la calzada.
Esta situación lleva varios años de esta vergonzosa guisa sin que el Consistorio burgalés haya hecho nada, de ahí que varias familias del entorno hayan iniciado una campaña en change.org que día a día va sumando apoyos a la vez que saca los colores al Ayuntamiento. Muchas familias, pese a tener el colegio cerca, están empezando a optar por llevar a sus hijos en coche al centro escolar, sacando a las criaturas de la calle, deshumanizándola, y llenando de vehículos el entorno, toda una contradicción para con la política municipal, que en su nueva ordenanza de movilidad dice apostar por dejar el coche en casa la mayor parte del tiempo posible.
«Es una zona muy peligrosa, y cualquier día vamos a tener una desgracia. Nos parece increible que en el Ayuntamiento de Burgos no se haya hecho nada sabiendo como se sabe cuál es la situación, porque no es la primera vez que lo denunciamos. Ojalá esta campaña sirva para remover su conciencia y se actúe de una vez por todas. Estamos muy hartos y tenemos miedo por nuestros hijos», explican los impulsores de esta campaña.