Quieren trasladar la portada de la iglesia de Ahedo a Burgos

S.F.L.
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La vegetación se ha 'tragado' por completo el templo románico y su mal estado de conservación amenaza con provocar un derrumbe inminente. El Arzobispado pretende ubicar la única pieza ilesa en el Museo del Retablo

Quieren trasladar la portada de la iglesia de Ahedo a Burgos

El deteriorado estado de la iglesia de San Martín, en la pequeña localidad de Ahedo de Bureba, hace que la restauración del inmueble resulte imposible. Sin embargo, el Arzobispado de Burgos proyecta salvar la singular portada, que en el tímpano se aprecia una reciente grieta, y trasladarla al Museo del Retablo de Burgos con el fin de no perder por completo el edificio.

El delegado diocesano de Patrimonio y vicepresidente del Cabildo de la Catedral, Juan Álvarez Quevedo, inició hace más de quince años un proyecto de recuperación centrándose exclusivamente en el elemento mas interesante y el único que se puede salvar: la pequeña portada románica. «Por aquel entonces solicitamos permiso al Servicio Territorial de Patrimonio de la Junta para trasladar la pieza a un lugar seguro pero nos manifestaron su oposición justificando que los bienes son inamovibles de su entorno natural, a no ser que exista una causa grave», expone.

No obstante, el Arzobispado pretende utilizar un último cartucho y volverá a presentar a la administración regional toda la documentación requerida para lograr llevarse la portada a Burgos. «La última alcaldesa de la localidad quería ubicar la pieza junto al centro social del pueblo pero nos negamos.  Consideramos que debe custodiarse en un lugar seguro como un museo y el del Retablo dispone del espacio perfecto», afirma Álvarez Quevedo.

A día de hoy, el templo de San Martín se encuentra en un estado total de ruina y abandono. Las escenas de la portada, como viene siendo habitual en el estilo románico, mantienen una desproporción arcaica tanto en la figura humana como en función de los objetos y destaca sobre los demás detalles el relieve de un cantero trabajando en su oficio. La degradación sufrida tanto por la falta de mantenimiento de la estructura en general, el aislamiento y el paso de los siglos ha desgastado sus resaltes.  

«La vegetación se ha comido la iglesia y el acceso hasta llegar a ella está complicado. Desde el propio pueblo no se aprecia y hay que seguir un camino casi desaparecido para encontrarla. Calculo que se dejó de oficiar misa como mínimo hace cuarenta años y desde entonces nadie ha prestado la atención que merece», declara el religioso. Las condiciones son tan pésimas que el hecho de intentar entrar a la parte interior puede resultar muy peligroso. «Ya no hay cubiertas y los muros se están cayendo poco a poco. El día menos pensado se derrumba por completo», añade.

Ante la poca disponibilidad para colaborar en la conservación de la única pieza con posibilidades, el Arzobispado volverá a insistir a la Junta a que autoricen el traslado  porque «allí no tiene ninguna finalidad. Además, la iglesia no está catalogada como Bien de Interés Cultural por lo que creemos que si lo peleamos podremos contemplar la portada en Burgos», concluye.