Las previsiones de ocupación hotelera del pasado fin de semana, el primero completo sin estado de alarma, no eran ni mucho menos ambiciosas, aunque las reservas de última hora y el turismo de paso, principalmente de ciudadanos franceses con destino a la costa, elevaron ligeramente los cálculos iniciales. La patronal del sector las situaba en torno al 20 o 25%, habiendo alcanzado finalmente el 27%, un aumento que confía en que se mantenga o pueda verse incrementado en próximas fechas.
A pesar de todo, valora las cifras obtenidas como «nefastas» en comparación con las mismas fechas del año pasado, que coinciden con el primer fin de semana de las fiestas de San Pedro y en el que se suele alcanzar el 100% en la capital burgalesa. De cara al sábado, se estima en torno al 25 o 30%, sin que varíe en exceso, sobre un 5% más, ante fechas más avanzadas de julio. En este punto, el presidente de los empresarios de hoteles y vicepresidente de la Federación de Hostelería, Luis Mata, precisa que en estos datos hay que tener en cuenta que la planta hotelera se encuentra en funcionamiento al 75%, esperando que se complete durante esta semana.
«La situación cambia de día en día y aún ha pasado poco tiempo desde que se ha permitido la movilidad interprovincial», explica Mata, en referencia al fin de semana pasado y al estreno del nuevo mes. En cualquier caso y a día de ayer, no se había producido un repunte de las reservas para julio, mientras que las de agosto se sitúan sobre el 10% y empieza a entrar alguna para el mes de septiembre, concretamente a partir del día 24, cuando comienza la Copa del Mundo de Danza.
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