Un equipo de 300 personas de la organización humanitaria, entre técnicos, voluntarios y médicos, trabaja desde hace una semana para atender a los refugiados afganos que han aterrizado en la base aérea de Torrejón. Y formando parte de ese dispositivo se encuentran dos voluntarios burgaleses de Cruz Roja, integrantes del equipo de respuesta inmediata de emergencias, que se encarga de la acogida y el primer acompañamiento psicosocial de las personas que llegan.

El presidente provincial de Cruz Roja, Arturo Almansa, asegura que en el principal reto en esta situación es arropar a esta familias psicológica y socialmente.

Desde el campamento instalado en la base aérea, donde pasan un máximo de tres días, estas personas son trasladadas a otros centros  de acogida provistos por el Estado. A Castilla y León han llegado ya 121 afganos, que han sido distribuidos entre todas las provincias excepto Burgos, Palencia y Segovia. En el caso de Burgos, donde además de Cruz Roja forman parte de la red de acogida Burgos Acoge y Accem, estas organizaciones han señalado que están preparadas para recibir a los refugiados que han solicitado protección internacional en las plazas que tienen en estos momentos disponibles. Burgos Acoge cuenta con ocho de las 16 plazas, mientras que Cruz Roja tan solo tiene ahora capacidad para recibir a tres personas en su centro de Miranda.

Los afganos que se quedan en  España entran en un programa de asilo por el que las personas refugiadas pasan entre 18 y 24 meses en un periodo de acogida temporal, en el que se les presta apoyo legal y psicológico y se les introduce en el idioma.