Clamor vecinal por el asfaltado del final de Pisones

C.M.
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La calzada presenta enormes socavones y no hay aceras. La barandilla que protege las casas del talud está muy deteriorada. Han enviado una decena de escritos al Ayuntamiento

Clamor vecinal por el asfaltado del final de Pisones - Foto: Patricia González

Viven en un barrio de la ciudad y pagan sus impuestos, -no precisamente bajos-, sin embargo parece que están en el pueblo más abandonado. No tienen aceras y la calzada frente a sus casas está llena de socavones y para subir y bajar deben sortear peligrosas rampas sin ningún tipo de protección. Y así llevan 18 años sin que nadie en el Ayuntamiento atienda sus reivindicaciones. Los vecinos que residen entre los números 137 y 167 del paseo de los Pisones se sienten abandonados y ninguneados. 

Y no es para menos. Un simple paseo por la zona permite ver que el firme está resquebrajado y tienen numerosos hoyos que ponen en peligro no solo el tránsito de los peatones sino también el de los vehículos. Tampoco ayuda el gran talud próximo a las viviendas que salva el desnivel con la carretera que lleva a Cardenadijo. La valla se encuentra muy deteriorada y se ha inclinado por el corrimiento de tierras, lo que hace que en algunos casos sea un peligro y se hayan producido algunas caídas. 

Los residentes tampoco lo tienen fácil para acceder a sus casas en coche. Deben subir una enorme rampa pero lo peor es la bajada, que realmente da miedo por el desnivel y la dificultad que entraña cuando se llega a la carretera por la falta de visibilidad. «A veces rellenan un poco los baches y ya no se hace más. Es necesario una actuación integral para mejorar la calle y también colocar un quitamiedos en la bajada», aseguró José Luis Ramos, uno de los vecinos. 

Los residentes recuerdan que es una calle como otra cualquiera de la ciudad y, por lo tanto, debe tener la misma atención que el resto. Llevan años remitiendo escritos al Ayuntamiento para que se escuchen sus reclamaciones pero con escasa respuesta. Muchos de los residentes han arreglado su trozo de calle hartos de la inacción de la administración local. 

Desde la Asociación de Vecinos Nuestro Barrio llevarán la reclamación a la junta de distrito Sur. «Es necesaria una reparación urgente y en profundidad», asegura su presidente, Florentino González. 

Lo cierto es que el tiempo pasa y el deterioro avanza. «Algunos vecinos han fallecido sin ver arreglada su calle», lamenta Raquel Condado, otra de las vecinas.

Los problemas en el entorno se remontan a 2001 y en enero de 2003 el Ayuntamiento adjudicó la redacción de un proyecto para su reparación a la empresa Incosa pero cuando comenzó su elaboración advirtió al Ayuntamiento de la complicada solución técnica debido a los problemas geotécnicos y pidió una prórroga en la entrega del proyecto, que caducó sin que la empresa cumpliera.

Hubo sanción y retención de la fianza pero el proyecto se quedó sin hacer y las obras sin ejecutar. En 2012 se produjo un enorme socavón en medio de la calzada a la altura del número 205 y el Ayuntamiento intervino de urgencia. En 2014 la Asociación de Vecinos Nuestro Barrios envió una carta al alcalde, Javier Lacalle, acompañada de fotografías instando al arreglo. Se anunció la realización de un estudio técnico que proponía que los vecinos cedieran parte del terreno para el viario. Nada se hizo después y los problemas siguen.