Los planes de muchos universitarios pasan por vivir la experiencia de salir al extranjero para continuar sus estudios, ya sea a través del programa de movilidad europeo Erasmus (la mayoría) o de los convenios propios que mantiene la Universidad de Burgos con instituciones, principalmente, de América y Asia. Sin embargo, resulta inevitable que la pandemia mundial trastoque algunos de sus proyectos, teniendo en cuenta que ya hay campus que han anunciado que comenzarán el próximo curso con enseñanza solo telemática.
Las cifras cambian con rapidez y es posible que aumenten a medida que pase el tiempo, pero los últimos datos del Vicerrectorado de Internacionalización recogen que 82 alumnos han renunciado a sus becas de los 348 que habían decidido cursar un semestre o dos en otros países, lo que supone el 23,5% del total. El porcentaje varía dependiendo de los destinos y es aquí donde se comprueba que el mayor número de desestimientos, en términos relativos, es de aquellos que tenían previsto viajar fuera de Europa; 16 de 32 que iban a Estados Unidos (seis), Chile (4), Brasil (tres), México (dos) y uno Argentina.
En cuanto a los erasmus, las renuncias suman 66 de 316 confirmados, encabezando claramente el listado los estudiantes que habían elegido Italia (31), ya que, según explica la responsable académica este departamento, Elena Vicente, el «grueso» de sus universidades ha optado por la docencia online, uno de los principales motivos, «no el miedo», que está detrás de rechazar las plazas. Como es lógico, esto resta valor a la experiencia, además de que desde el Servicio Español para la Internacionalización de la Educación (SEPIE), que coordina el programa, no se financiarán las becas que solo opten por este modelo y excluyan la presencialidad, mientras que sí se hará si existe una previsión de enseñanza combinada (telemática y física). La relación de desestimientos continúa con Portugal (10); Polonia (7); Alemania (6); Francia (3), los mismos que Irlanda; Suecia (dos), y con uno la República Checa, Bélgica y Hungría.
Los datos cobran mayor significado si se comparan con la media de renuncias que se suelen dar en un curso habitual, ya que no existe un plazo establecido para hacerlo. Así, el pasado ejercicio académico se recibieron 36 entre el programa Erasmus y UBUGlobal, si bien es cierto que este año el número de estudiantes que han confirmado su salida al extranjero es ligeramente superior. En este punto, Vicente asegura que, por el momento, el número de abandonos no resulta especialmente significativo, aunque reconoce que la «incertidumbre» del momento actual puede hacer que se incremente de aquí a septiembre. No obstante, explica que se ha dado la oportunidad a los alumnos de retrasar sus becas del primer al segundo semestre con el fin de ver cómo evoluciona la crisis y si se van despejando dudas.
Muchas de ellas tienen que ver, según Vicente, con las posibilidades de enseñanza que se van a ofrecer en sus campus de destino. De hecho, precisa, que la UBU ha ofrecido a las instituciones académicas de fuera de Europa con las que mantiene convenios de movilidad, la posibilidad de que los alumnos que tenían intención de venir a Burgos realicen un primer semestre virtual en alguno de los títulos online de la institución (Español, Historia y Patrimonio, Ciencia Política, Turismo e Informática) y viajen para el segundo semestre, como es el caso de un grupo de alumnos japoneses. «Es una solución excepcional debido a la situación».
La Universidad está informando a todos los estudiantes internacional del plan de docencia aprobado en el pasado Consejo de Gobierno, en el que prima la enseñanza presencial pero que contempla un modelo mixto en aquellos centros o títulos donde no haya espacio suficiente para respetar las distancias de seguridad. De entrada, 92 universitarios extranjeros tienen confirmada plaza en Burgos, de los cuales 60 cuentan ya con la solicitud en firme, si bien los datos pueden también cambiar a medida que se acerque septiembre. Algunas instituciones de Estados Unidos o de México han cancelado directamente sus salidas, mientras que, al igual que ocurre con los alumnos locales, el resto se mantiene a la espera de lo que ocurra.