La previsión de que el terreno disponible en el polígono de Villalonquéjar se pueda agotar en un plazo de 4 o 5 años es un asunto que empieza a preocupar en el Ayuntamiento. Cada vez se hace más necesario empezar a dar pasos urbanísticos para evitar que, como ya ocurriera en el pasado, pueda llegar el momento en que la ciudad carezca de una oferta de suelo y de ahí que en la Gerencia de Fomento hayan reservado ya 330.000 euros (a pagar en tres ejercicios) para contratar a un equipo redactor que se encargue de la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). La misión, incluir una bolsa de suelo industrial y logístico en la ciudad de unos 4 millones de euros. Para ser exactos, en los terrenos del antiguo Centro de Actividades Económicas (CAE), los que afectaban al término municipal de Burgos, pero también en una gran franja de terrenos en las traseras de los campos de fútbol de Pallafría.

El concejal de Fomento, Daniel Garabito, asegura que la realización de todos estos trámites, que según sus cálculos, podrían prolongarse durante un lustro, suponen «la actuación urbanística más importante de toda le legislatura» ya que planificará la disposición del «suelo industrial de la ciudad para las próximas 3 o 4 décadas».

Garabito detalla que la idea es dejar plasmada la modificación del PGOU y a partir de ahí ir desarrollando el suelo por fases, determinar la ordenación detallada y elaborar los proyectos de actuación y urbanización.

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