Motor turístico a la vez que económico. La fotografía de portada de Burgos que capta la atención de otros muchos recursos. Seña de identidad de la ciudad tanto dentro como fuera del país... Los hosteleros y comerciantes se deshacen en elogios al hablar de la Catedral y del impacto que supone en sus negocios. Unas alabanzas, enmarcadas dentro de un sentimiento de orgullo, que acompañan de propuestas con las que poder dar aún mayor notoriedad al monumento Patrimonio de la Humanidad, tales como la eliminación de barreras arquitectónicas, mejorar su iluminación exterior, ampliar o flexibilizar los horarios todo el año, adecentar algunas zonas del entorno o realizar conjuntamente campañas de promoción.
El presidente de la Federación Provincial de Empresarios de Hostelería, Fernando de la Varga, suscribe estos planteamientos, si bien más allá en la aportación de ideas al referirse también al ámbito formativo. En este sentido, aboga por que el estudio de la seo entre de lleno en los colegios e institutos, tal y como ha ocurrido este año en muchos centros con motivo de la celebración del VIII Centenario, para que podamos «convertirnos en los grandes ‘vendedores’ o guías» de esta riqueza: «Dentro de la propia ciudad aún falta mucho conocimiento tanto sobre su historia como sobre su arquitectura».
En el terreno más práctico, De la Varga considera que debería cuidarse más la limpieza de algunos entornos de la Catedral, donde en ocasiones «se acumulan residuos» que afean esa «imagen pulcra que deberíamos tener del conjunto». No se olvida tampoco de una ampliación de los horarios, así como de los aforos cuando esto sea posibles, con el fin de dar facilidades a los turistas que visitan la capital. Un aspecto este último en el que también se detiene especialmente Luis Mata, presidente de la Asociación de Alojamientos Turísticos, integrada en la patronal del sector, haciendo referencia a las «quejas» que recibieron los hoteleros durante su cierre por las últimas restricciones de la crisis.
«Tiene que estar abierta todo el año con más horas para las visitas», subraya, aludiendo de igual forma a otras mejoras como la ampliación de los idiomas en los que se realizan los recorridos, mantener su «política coherente» de precios y mejorar aspectos relacionados con la accesibilidad de personas con algún tipo de discapacidad o movilidad reducida. Una propuesta que comparte la Federación de Empresarios de Comercio (FEC), recogida a partir de los comentarios de los viajeros que reciben las tiendas de la zona. Además, la entidad pone el foco en el arreglo del pavimento de la plaza de Santa María, que está en «lamentable estado y esto provoca que produzcan caídas».
La presidenta de la FEC, Consuelo Fontecha, cree necesario que se escuche a los turistas y que se recojan sus propuestas e inquietudes para «que se tengan en cuenta aquellas que se demandan de manera mayoritaria». «De la misma manera que el comercio se adapta a sus clientes, la Catedral tiene que adaptarse a sus visitantes», señala, no sin antes apostillar que deben tenerse siempre y cuando no afecten al culto.
El representante de la asociación de comerciantes Centro Burgos, Raúl Martínez, se detiene en la iluminación exterior, abogando por su mejora y poniendo como ejemplo que otras ciudades del entorno cuidan más este aspecto sin que sus monumentos sean de la categoría de la seo. Reclama también su apertura «todos los días del año» con independencia de que existan o no recorridos guiados para que «cualquier turista o ciudadano pueda entrar a visitarla».
Ya en el ámbito de la promoción, Martínez considera que esta es adecuada, aunque apunta a una cuestión que debería valorarse, como es el hecho de dar a conocer aquellas intervenciones que se efectúen en el templo. En este punto y al igual que el resto de presidentes de las patronales, hace referencia a las puertas del artista Antonio López, respecto a las que se muestra a favor al estimar que suponen «un importante reclamo» con independencia de la opinión que tenga cada ciudadano. De hecho, la Federación de Hostelería y la FEC han realizado una campaña en este sentido en colaboración con el Cabildo.
Fontecha cree que esa unión debería mantenerse en el tiempo, al igual que buscar también la implicación de la administraciones públicas, para que la Catedral se mantenga en primera línea más allá de su centenario y se aproveche el trabajo realizado por la Fundación. De la Varga califica esta conmemoración como un «punto de inflexión» que tiene que servir para «darnos cuenta de que sigue viva y es un bien que tenemos que salvaguardar, potenciar y valorar». Para ello, propone la creación de una mesa de trabajo de la que formen parte el Cabildo y todos los sectores vinculados al turismo, ya sean hosteleros, comerciantes, agencias de viajes y guías turísticos, en la que se aborden «las acciones más positivas y las que menos para realizar un proyecto conjunto de largo recorrido».
En esa mejora de la promoción, el presidente de los hoteleros apuesta por que el monumento siga siendo el «estandarte» de la ciudad y el centro de futuras campañas. «Intentar sustituirla es algo que se ha hecho otras veces y que no ha salido bien», remacha, sin por ello quitar importancia al resto de recursos turísticos. En esta misma línea, Fontecha destaca que es «el principio de muchas otras cosas que se pueden hacer en la ciudad para cumplir con las expectativas de los viajeros», añade sin olvidarse del turismo de compras o de la gastronomía.
Una primera parada que Mata describe como el «orgullo de la ciudad» y un reclamo tan importante que «ha supuesto el primer paso para promocionarnos turísticamente». Su impacto económico en estos sectores se torna «muy difícil de medir», aunque coinciden en que resulta fundamental para la ciudad del Arlanzón.