El aumento de los afiliados a la Seguridad Social siempre es una buena noticia. El crecimiento de las personas que, no estando ocupadas el mes anterior, pasan a tener un empleo, bien por cuenta ajena o bien por cuenta propia (autónomos), es sinónimo de un comportamiento positivo del mercado laboral, aunque los datos del paro, como en el caso del mes de mayo, no acompañen. No obstante el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social registró en el quinto periodo de 2020 el primer aumento de los cotizantes en Burgos desde el inicio de la pandemia, rompiendo de esta manera con dos meses a la baja. Si febrero cerró con 147.291 afiliados, los datos de marzo y abril se desplomaron hasta tocar fondo el 30 de ese último mes con 141.181 trabajadores ocupados. La reapertura progresiva de los locales de hostelería, comercios y la vuelta a una actividad ‘algo’ normal en el mundo de la industria ha provocado que la Seguridad Social gane 1.140 cotizantes en mayo hasta alcanzar los 142.321, un 0,8% más.

El crecimiento, que en términos porcentuales no es muy significativo, sí que toma especial relevancia estando la economía en la situación actual, tras prácticamente dos meses y medio de hibernación y sin apenas producción, ingresos ni consumo. Por regímenes, el general comprende actualmente a 115.167 trabajadores. El apartado general, que incluye a los cuidadores no profesionales, aglutina a 111.359 personas; el sistema especial agrario a 1.426 y el del hogar, comprende a 2.382. En cuanto al régimen especial de trabajadores autónomos, este aúna a 27.154 profesionales, 65 más que hace un mes, cuando se quedaron en los 27.089.

La tendencia se ha seguido en el conjunto de Castilla y León, donde la afiliación a 31 de mayo crece hasta los 886.184 frente a los 878.900 del 30 de abril, el fondo del pozo. Sin embargo, quedan aún lejos los 915.084 cotizantes que hubo al cierre de febrero. Por provincias, en Ávila la afiliación sube en 31 días de 50.946 inscritos a 51.610; en León se registran 152.927 cotizantes por los 151.753 de abril; en Palencia son ahora 61.235 por los 61.149 de un mes atrás; en Salamanca alcanzan los 115.418, cuando 31 días eran 114.649; enSegovia rozan los 60.000, 59.286 en concreto, por los 58.826 de un mes atrás. Soria, la provincia de la región con menor numero de cotizantes, aglutina al cierre de mayo 38.056 afiliados por los 37.380 de abril; Valladolid, donde más hay -tienen la población más alta de la comunidad- 210.179, han crecido en 31 días desde que tocaran fondo con 208.081, mientras que por último, en Zamora, la Seguridad Social contabiliza 55.152 cotizantes por los 54.485 de hace un mes. A nivel nacional se registran en mayo 18.584.176 afiliados a la Seguridad Social por los 18.396.362 de justo un mes antes.La caída en lo que llevamos de pandemia, es decir, desde el 15 de marzo, es de 695.239 personas (19.279.415 a 29 de febrero).

Sube en los extranjeros. La tendencia al alza de la afiliación a la Seguridad Social entre los nacionales ha contagiado también el mercado laboral de trabajadores no españoles, cuya inscripción al sistema creció en mayo con respecto a abril en 393 personas. En total se registran 12.027, la cifra más alta de toda la comunidad. No obstante, si comparamos ese dato con el que había hace justo un año, la cifra media desciende un 2,55%, una diferencia de 315 individuos. En el conjunto de Castilla y León se contabilizan 55.275, lo que supone un descenso interanual del 2,9% (1.654 menos en términos absolutos) cuando el año pasado se registró un incremento del 7,4% (3.929 trabajadores más). En comparación con el mes anterior han subido en seis provincias lideradas por Valladolid (5,87%), Zamora (2,19%), León (1,62%), Ávila (1,50%) y Soria (0,83%) con descensos en Palencia (-1,21%), Salamanca (-0,25%) y Segovia (-0,17%).

En España, el número medio de afiliados extranjeros fue de 2.009.884 ocupados, un 6,74% menos que el año anterior y un 1,89% más que el mes precedente.