De conocer «hasta el fondo lo sucedido» y «no ser lógico ni normal» la quema de documentos de la Sociedad de Aguas y respaldar la constitución de una comisión de investigación a calificar esta de «circo» y decir que «no hay caso». Este es el sospechoso viraje del Grupo Municipal de Vox en tan solo una semana. 

Y es que Ángel Ruiz, el jefe del servicio de contratación encargado de ‘organizar’ la destrucción de los documentos, tras recibir la autorización del exgerente, Juan Antonio de Miguel, figuró como número dos de las listas a las elecciones municipales en Castrillo del Val de la formación de Santiago Abascal, aunque no salió elegido. 

Según se puso de manifiesto en la primera sesión de la comisión de investigación, Ruiz fue el encargado de organizar al equipo de trabajadores (tres) que acudieron a la sede de Aguas de la avenida del Cid a recoger las cajas con documentación que había que destruir y las llevaron a las dependencias de La Lora y las quemaron en un contenedor. Fue una administrativa del área de contabilidad, Beatriz de Miguel (sobrina del exgerente), la que sugirió la posibilidad de deshacerse de una documentación antigua, «compuesta por facturas y albaranes ya informatizados» y recibió el plácet de Juan Antonio de Miguel y se puso en marcha todo el operativo.

Se da la circunstancia de que un día antes de la quema, a Ruiz se le comunicó que dejaría de gestionar todos los contratos de la sociedad. Este trabajador fue citado a declarar en la primera sesión de la comisión de investigación pero declinó acudir. 

Además, José María Santaolalla, de Toldos El Rumbo, empresa con la que la Sociedad de Aguas contrataba reiteradamente la ropa de trabajo de los empleados, figuró como número 1 de Vox también en Castrillo del Val. 

Quizás por ello el portavoz de  Vox, Ángel Martín, acusó de verter «sospechas» sobre Aguas, que calificó de «joya de la corona».