Dos personas murieron ayer por la enfermedad del coronavirus en hospitales de la provincia, en los que son 727 los pacientes que han fallecido desde el comienzo de la crisis sanitaria a causa de la infección. La quinta oleda lleva apenas una semana de retroceso en la provincia, por lo que la mejoría tardará en repercutir en la letalidad. La mortalidad es, de hecho, el último indicador en evidenciar la merma de contagios.
En cuanto a lo epidemiológico, sin embargo, hay buenas noticias, porque los contagios siguen cayendo. La Junta notificó ayer 297 nuevos, que son menos que los registrados en los tres martes previos. Las incidencias acumuladas mantendrán el descenso, pero aún es lento e inestable, con días de altibajos.