El gerente del Centro Europeo de Empresas e Innovación (CEEI), José Vicente Orden, compareció ayer para reclamar que la asociación que dirige no se "liquide" e incluso afirmó, en esta ocasión tras la rueda de prensa, que "si el problema soy yo, que se me despida". Unas declaraciones que se producen después de que el alcalde, Daniel de la Rosa, expresara su intención de que el Ayuntamiento abandone su papel de socio y les obligue a dejar las instalaciones (no afectaría a las empresas que allí se ubican ya que la idea del Ejecutivo municipal es que este espacio, de unos 5.000 metros cuadrados, siga operando como vivero de negocios).

Orden quiso "desmentir" las manifestaciones que apuntan a que el CEEI se financia con dinero del Ayuntamiento. Detalló que desde 2011 no reciben subvención alguna y que el dinero percibido desde entonces se circunscribe a convenios o por la organización de dos congresos. Por estos trabajos sí han ingresado 315.000 euros.

Respecto a la existencia de empresas con más de 20 años de antigüedad afirmó que eso no es posible ya que las instalaciones del antiguo aeródromo de Villafría se estrenaron en 2002, después de que las instituciones fundadoras pusieran 56 millones de pesetas para  rehabilitar el inmueble. Cifró en 12 los negocios que llevan allí ubicados más de una década, defendió que es bueno que existan "empresas ancla" para atraer a otras incipientes y negó que se esté promoviendo una competencia desleal. Por el alquiler de los módulos ingresan unos 200.000 euros al año. 

Afirmó "comprender" la salida de la Asociación de Comerciantes Zona G tras conocer la polémica que se ha suscitado y admitió que si el Ayuntamiento abandona no hay otro camino que la "disolución". Reclamó que se apueste por el CEEI y por atraer nuevos socios (ahora solo hay dos y la Ley obliga a que haya un mínimo de tres) ya que es "necesario para Burgos". Detalló, entre otros números, que han captado cerca de 20 millones en programas y proyectos de los que se ha beneficiado la provincia.