La OSBu juega con un trío de ases

A.S.R.
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La Orquesta Sinfónica de Burgos se une al centenario de Saint-Saëns al hilo de su visita a Burgos para ver el eclipse de sol de 1905, rescata el Año Beethoven y celebra el 125 aniversario de Sainz de la Maza

La Orquesta Sinfónica de Burgos repone el concierto didáctico ‘Yo soy Beethoven’, estrenado en el año 2014. - Foto: Patricia

Después de una descafeinada última temporada, la Orquesta Sinfónica de Burgos (OSBu) afronta la venidera con la adrenalina por las nubes. Aunque con pies de plomo, y tocando madera, por si el virus vuelve a chafarles la fiesta, ya cuenta con las líneas maestras de este nuevo curso. Y tres nombres propios asoman a su partitura: Camille Saint-Saëns, Ludwig van Beethoven y Regino Sainz de la Maza. Los compositores, los tres de aniversario, sonarán en el Fórum dentro de una programación que aún ultiman y esperan sea lo más normal posible. 

«Como todas las orquestas, vivimos con mucha incertidumbre. Pensamos que pasado el verano reanudaríamos la normalidad y no será así por lo que nos adaptaremos a las circunstancias y, por ejemplo, buscamos conciertos más breves para evitar descansos», entona el gerente de la OSBu, Alberto Sagredo, antes de pasear por la historia de la música para abocetar la que, en condiciones normales, hubiera sido la vigésimo primera temporada del conjunto que desde hace tres dirige Iván Martín. 

Un luminoso hilo une a Burgos con Saint-Saëns (París, 1835-Argel, 1921), del que en este 2021 se recuerda el centenario de su muerte. Cuenta Sagredo que el compositor, poco interpretado en la actualidad, pero «de una calidad excepcional», era un personaje curioso e inquieto, atraído por un sinfín de temas distintos. Las estrellas aparecían entre esos desvelos. Y como miembro de la Asociación Astronómica de Francia, el verano del año 1905, estuvo en Burgos para admirar el eclipse total de sol que se produjo el 30 de agosto, un acontecimiento que trajo a orillas del Arlanzón a otras figuras de la época, hasta el propio rey Alfonso XIII, por ser uno de los mejores lugares del mundo para la observación de ese fenómeno natural. 

Pocos datos se conservan más de la estancia del músico en estas tierras, pero su personalidad sí da pie a que vuele la imaginación y alumbrar un espectáculo a su paso. «A nosotros se nos ocurre que pudo tener una entrevista con Olmeda, que entonces era la máxima personalidad musical en la ciudad; pudo visitar el órgano de la Catedral, porque era un consumado organista y, curiosamente, el año que se restauró este instrumento fue el mismo que él estrenó su famosa sinfonía con órgano...», conjetura el también viola de la orquesta desde su fundación. 

Con este homenaje, que cuenta con el asesoramiento de Dionisio Rodríguez, violista de la Orquesta Nacional recién jubilado y estudioso de Saint-Saëns, arrancará en otoño la nueva temporada de la OSBu. La propuesta aunará el relato biográfico en la voz de un actor caracterizado como el propio artista galo y la interpretación de sus creaciones. Una pincelada: habrá guiños a la zarzuela, que tanto admiraba el francés, quien creía un insulto que se le llamara género chico, y que disfrutó en sus numerosos viajes a España. 

125 años hubiera cumplido Regino Sainz de la Maza (Burgos, 1896-Madrid, 1981) este 2021. El célebre guitarrista será otro de los protagonistas en el atril. 

La elección de este autor, que Sagredo considera suficientemente reconocido en su ciudad, está en la línea de la promoción de los creadores locales que se propuso en sus inicios la formación -también plantean el regreso a escena de la Sinfonía Castellana, de Antonio José-. Un ánimo que va más allá de las fronteras burgalesas para abarcar el resto de Castilla y León. 

Ahí tiran del hilo de María de Pablos, una compositora segoviana nacida en 1904 y fallecida en 1990 en el más absoluto olvido tras haber sido ingresada en un psiquiátrico por sus problemas de salud, agravados por el internamiento. De esa oscuridad ha salido gracias al afán de la Fundación Juan de Borbón de Segovia y las orquestas de RTVE y de Castilla y León, con estrenos recientes. Y la OSBu se sumará a su reivindicación. 

La terna se completa con un más que viejo conocido de la agrupación burgalesa. Beethoven (Bonn, 1770-Viena, 1827) se cuela con facilidad en sus repertorios. Con la espinita de no haberle podido dedicar el espacio merecido en el 250 aniversario de su nacimiento, el Año Beethoven, ensombrecido por la pandemia, vuelven a encender los focos sobre él. 

Lo hacen con la reposición del espectáculo Yo soy Beethoven, estrenado en 2014, dirigido a público familiar y escolar. «Será ya en 2022, pero Beethoven se lo merece, y la propuesta inicial estará enriquecida con más músicas y alguna sorpresa añadida al texto», puntualiza el gerente de la OSBu, que recuerda que esta producción la realizaron el pasado enero con la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria.

Saint-Saëns, Sainz de la Maza, Beethoven, Antonio José y María de Pablos, entre otros, compartirán los próximos meses con los músicos de una Orquesta Sinfónica de Burgos que sueña con el reencuentro con su público, que, desde que estallara la crisis sanitaria, ha sido a cuentagotas, pero placentero. Lo fueron las dos citas de la última mini temporada, el concierto estival de la sección de cuerdas en La Isla y la participación en la misa del octavo centenario de la Catedral. Pero la clásica quiere más.