Sonoro chinchín

A.S.R
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La sumiller Pilar Cruces y el director de orquesta Pedro Bartolomé se alían de nuevo y proponen una iniciación al vinoy a la música clásica con una tarjeta regalo que incluye cuatro sesiones online de enero a abril

Pilar Cruces y Pedro Bartolomé chocan sus copas dispuestos a despertar los sentidos de los internautas a través del vino y la música clásica. - Foto: Jesús J. Matías

Corre en estas fechas navideñas el champán, el vino y otras bebidas espirituosas en las copas y suenan villancicos, canciones de exaltación de la amistad y otras grandes obras sinfónicas en el hilo musical. ¿Qué ocurre si se fusionan unos y otras? Pasan Pilar Cruces (Lust for wine) y Pedro Bartolomé. La sumiller y el director de orquesta se alían en una original propuesta como regalo para estas fiestas (o cualquier fecha). Lanzan una tarjeta con cuatro sesiones online de iniciación a la música clásica y al vino en directo a través de zoom, un domingo al mes de enero a abril, a la hora del vermú (de 12 a 13.30 horas). El precio es de 75-160 euros (sin-con seis vinos). 

Todo empezó hace unos años y tira del hilo de la inquietud creativa y el afán por agitar la vida en la ciudad de Burgos que los une. 

Cruces y Bartolomé se conocieron durante una gala de La 8 Televisión. El músico recogía el Premio a los Valores Culturales y la experta en vino colaboraba en el evento. La hermana de Bartolomé los presentó y a Cruces le pareció fascinante que fuera director de orquesta. Desde el minuto uno, quisieron colaborar en algo. Desconocían en qué. Quedaron y con una copa delante surgió Vinos sonoros, un proyecto que marida esta bebida y la música clásica, con distintos formatos, en los que unas veces acude el batuta solo y otras con el Trío Portamento, una de sus agrupaciones.

Sus encuentros son exitosos y hasta cuentan con grupis. Pero un jarro de agua fría cayó sobre todas estas ilusiones este último año. La pandemia frustró cualquier atisbo de reunión. Las catas se suspendieron, se truncó su última apuesta, Arias de ópera y champán. Reinventarse o morir. Recurrieron a vídeos para mantener la presencia durante el confinamiento e incluso, sshhh, orquestaron un evento clandestino estival con un kit individual de cata para dar más sensación de seguridad a algo que, dice Cruces, ya lo es.

Con un ojo en la pantalla y otro en el prometedor 2021, hacen un repaso a la música y al vino en diez preguntas.