La industria ha sido uno de los sectores en los que se ha apoyado la economía burgalesa para atravesar la crisis derivada de la pandemia. A pesar de los numerosos ERTE que se aplicaron en las primeras semanas de abril, el buen comportamiento de las empresas ha ayudado a soportar mejor que en otros territorios el temporal. El Colegio de Economistas aseguraba esta misma semana que la industria, y su enorme diversificación, han sido claves para paliar en parte los efectos de la covid-19.El último aspecto que refrenda esta tendencia es el consumo eléctrico.Entre marzo y agosto la demanda de energía ha sido negativa en comparación con el mismo periodo de 2019, pero desde septiembre este factor se ha dado la vuelta y ya se consume más que 365 días atrás.
La Junta de Castilla y León recopila mensualmente la demanda de electricidad que registran las empresas burgalesas, y que en octubre -último periodo con datos- ascendió hasta los 129,2 millones de kilovatios hora, un 0,28% más que doce meses atrás.Por comparar, en abril, en el punto más crítico del estado de alarma y coincidiendo con los 15 días de cierre de muchas fábricas, el consumo se quedó en 78,9 millones de kilovatios hora.Octubre no fue el primer mes en el que la industria mejoró registros sobre 2019, ya que en septiembre, con 120,8 millones de kW/h, se aumentó un 1,16% el consumo en comparación con el año anterior.
Con la industria ya en números verdes, el conjunto de la provincia consume por primera vez desde el estallido de la pandemia más electricidad que en 2019.No obstante no lo hace por igual, ya que si bien en industria y el sector residencial la demanda crece, entre los servicios cae.Empezando por los domicilios, la demanda se dispara un 11,24% hasta los 36,2 millones de kilovatios hora. Esto puede explicarse por el mayor tiempo que muchos están pasando en casa en vez de en las calles, potenciado más si cabe por la llegada del frío y la puesta en marcha de las calefacciones, en algunos casos eléctricas.
Tercer sector. En cambio entre los servicios (comercios, tiendas, locales...) el consumo de energía baja un 5,18%, 47,1 millones de kW/h.Este estrato de la sociedad es el único que aún no se ha recuperado del golpe que provocó la pandemia y el cierre de muchos establecimientos.
De este modo, en octubre se han consumido en el conjunto de la provincia 212,7 millones de kW/h, un 1,02% más que los 210,5 de ese mismo mes de 2019. Ya en septiembre la economía burgalesa se quedó a las puertas de sobrepasar los registros eléctricos de 2019, pero faltaron dos centésimas para igualar los 196,4 millones de kilovatios hora anotados.De cara a los próximos meses habrá que tomar muy en cuenta el cierre que desde el pasado 6 de noviembre se produjo en los establecimientos de hostelería, que a buen seguro incidirá en una caída aún más prolongada de los niveles de consumo eléctrico. No obstante, la industria y el sector residencial deberían continuar al alza dada la tendencia actual.
Enel conjunto de la comunidad se consumieron en octubre 1.029 kW/h.