El Hospital Universitario de Burgos (HUBU) cuenta desde hoy con un dispositivo PET-TAC, el segundo que se instala en Castilla y León, junto al que ya existente en Salamanca, y que prestará servicio para toda la Comunidad. Tal y como señalan fuentes sanitarias de la Junta, puede tardar meses en ponerse en funcionamiento, debido a que se debe llevar a cabo la instalación del dispositivo, formar a los trabajadores, así como realizar pruebas y gestionar los permisos de la Agencia Nacional de Seguridad Nuclear.  

El pasado mes de julio la consejera de Sanidad, Verónica Casado habló acerca de la instalación de esta máquina durante una sesión en el Pleno de las Cortes, donde recordó que  su instalación estaba pensada para febrero de 2020, sin embargo debido al impacto de la pandemia del COVID-19 se tuvo que retrasar. 

El PET-TAC es una técnica diagnóstica que fusiona la imagen metabólica del PET con la imagen anatómica del TAC, lo cual resulta de enorme utilidad para el diagnóstico y seguimiento de los pacientes oncológicos, la evaluación de la respuesta al tratamiento o la planificación de los tratamientos de radioterapia. Además, se han incrementado las indicaciones no oncológicas en el campo de la neurología, la cardiología y las enfermedades sistémicas e infecciosas.

Permite, pues, delimitar de una forma más exacta el volumen a tratar, así como delimitar dentro de la imagen anatómica del tumor cuáles son las zonas de mayor actividad metabólica y, por tanto, más agresivas, con lo que se logra ser más eficaz en los tratamientos aplicados, minimizando el daño en tejidos sanos peritumorales. Además, disminuye la variabilidad y reduce el riesgo de errores en la localización topográfica de las lesiones, señala un comunicado. Con la puesta en marcha de este nuevo equipo se optimizará la calidad asistencial de los tratamientos oncológicos de los pacientes que precisan ser realizados en tiempo y modo,