Sin ningún rastro del millonario

L.N.
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Entre rumores de si el premio se habrá quedado en Fuentespina, la única certeza es que Javier, dueño del bar Sualdea, validó el boleto

Sin ningún rastro del millonario - Foto: L.N.

Rumore, rumore, que decía Raffaella Carrá. Por ahora, todo son suposiciones. Las conjeturas vuelan. El sábado a mediodía, en el bar Sualdea de Fuentespina, no daba tiempo a que uno de los parroquianos terminara de lanzar su hipótesis, cuando otro le interrumpía. A pesar del frío, las conversaciones a la hora del vermú estaban de lo más calentito. No es para menos. No todos los días cae un millón de euros. De ahí el ansia por conocer quién ha sido el agraciado en el sorteo del nuevo Euromillones. Por primera vez en la historia, se repartieron 100 premios de un millón cada uno y la suerte sonrió a esta localidad ribereña de unos 800 habitantes. 

Entre tanta comidilla, sólo una certeza: que Javier, el dueño del bar y la tienda de ultramarinos CM Sualdea, validó el boleto. Cuenta que ha sido una gran alegría, pero que, sinceramente, le habría gustado más repartir un premio en Navidad y que le hubiera tocado a más gente. Del agraciado, ni rastro. Puede que sea algún vecino de Fuentespina. "Ojalá", suspira Javier. O, tal vez, le ha tocado a alguien de fuera. Porque el suyo es un bar que frecuenta mucha gente de otros municipios.

Así, entre trago y trago, la puerta del establecimiento no paraba de abrirse. "Veo malas caras, será que no os ha tocado", espetó un cliente habitual nada más entrar. Seguramente, estos días prestarán más atención a detalles que solían pasar desapercibidos. Quién sonríe... Quién calla... Quién invita... 

Sea como fuere, aseguran que con el tiempo se sabrá o, mejor dicho, se notará a quién le ha caído el millón. Porque "con algo así la gente cambia". Entre los asistentes al vermú no faltaban ideas de qué hacer con el dinero. Sobre todo, pagar deudas y vivir más tranquilos. Mientras, (qué remedio) se conforman con tener salud.