Cristina Gutiérrez ha superado los problemas mecánicos sufridos ayer, cuando rompió una de las piezas de la transmisión trasera de su vehículo, y ya con el Mitsubishi Eclipse Cross al 100% ha completado en la 40ª posición, sexta entre los 4x4 diésel mejorados, la octava etapa del Dakar 2020, lo que ha permitido a la piloto burgalesa escalar dos puestos y colocarse en 45º lugar de la clasificación general absoluta, séptima entre los coches de su categoría. 

Determinada a subir algún puesto en la general, pero con el foco puesto en el objetivo de terminar la carrera, inició la octava etapa Gutiérrez, junto a su copiloto, Pablo Huete. Planteada como un bucle en torno a Wadi Al-Dawasir, el punto más al sur del itinerario de este año, la octava especial servía para retomar el tránsito por pasos montañosos, sobre todo al inicio del recorrido. Mucha variedad de nuevo en esta etapa, en la que los pilotos apenas pudieron rodar a 50 kilómetros por hora (con el acelerador a fondo) por el enorme páramo arenoso que atravesaron al principio y que concluyó con una nueva sucesión de dunas.

La jornada de este lunes tenía en su menú muchísima arena y además muchas zonas de arena blanda con dunas, donde no era nada difícil quedarse atascado. No fue el caso de Cristina Gutiérrez, que completó la especial de menos a más y logró terminar en la 40ª posición de la etapa, sexta entre los 4x4 diésel mejorados, lo que supone avanzar dos puestos con respecto a la jornada de ayer.

"En esta especial la protagonista ha sido la arena, había muchas dunas. Se trataba de una arena bastante blanda, con lo que era muy fácil cometer errores. Al principio me ha costado un poco coger el ritmo, pero intentábamos ver que todo estaba en orden, después de los problemas que tuvimos ayer. El objetivo era intentar ir remontando y ganando alguna posición", explicaba, y este lunes lo ha conseguido escalando dos puestos. 

La jornada de hoy, sin embargo, ha seguido marcada por el fallecimiento este domingo del piloto Paulo Gonçalves. "Estamos todos un poco tocados de ánimo, como es lógico: el vivac sigue de duelo. Vamos a ver si poco a poco se va retomando la normalidad", reconocía la piloto burgalesa, que incidía en sus ganas de "seguir remontando y avanzando en una carrera que va teniendo cada vez más abandonos". "Está claro que en el Dakar siempre pasan cosas y no hay dos días iguales", concluía diciendo Gutiérrez.

La expedición del Dakar partirá rumbo noreste en la jornada de mañana para rodar en dirección a Haradh, donde concluirá la novena etapa de la carrera. Será otra larga jornada al volante, con 891 kilómetros en total y una especial de 415 kilómetros.