La Arandina continúa progresando en lo relativo a su formación sobre el césped. Es un hecho. Sin embargo, no es menos cierto que, tras únicamente siete jornadas de liga disputadas (cinco en su caso por el aplazamiento de los dos primeros compromisos del curso), el conjunto que dirige Álex Izquierdo se ha visto obligado a ubicarse en la tabla clasificatoria como el equipo más goleado de todo el grupo VIII con 13 goles encajados hasta la fecha.

Eso sí, no tanto por el hecho de que los ribereños sean un once que conceda demasiadas ocasiones atrás a sus rivales como, precisamente, por lo eficaz y perjudicial en prestaciones en que se han traducido éstas.

Y es que, si uno se pone en situación, puede ver a las claras que, entre la Arandina de la anterior campaña y la actual, existe un mundo diametralmente opuesto en cuanto a cifras defensivas se refiere. Tanto, que si se establece una breve comparativa entre la trayectoria de 2019 con Álex Izquierdo a los mandos (los 18 encuentros en los dirigió al equipo), y el presente curso, se contempla con sorpresa que el actual proyecto ya ha sobrepasado con holgura (casi dobla), los ratios de goles encajados el año anterior.

De forma clara además, puesto que siete fueron entonces los goles encajados en la temporada 2019/2020 a orillas del Duero tras el cese deJordi Fabregat en el banquillo, mientras que trece son ya los que ondean a día de hoy en el casillero ribereño en apenas un tercio de partidos de los disputados ese año.

Una cifra que ha pesado demasiado en el arranque de curso del club, y que ha hecho a la Arandina situarse (por el momento), en la novena posición en la tabla con, únicamente, cinco puntos en su haber. Una situación preocupante sin duda, pero ante la que aún queda tiempo para trabajar y buscar fórmulas que permitan recuperarse.