El Wizink Center estaba casi vacío, pero en el Fondo Goya resistía la afición del San Pablo. Unos 700 seguidores cantaban a capela el himno a Burgos. ‘Tierra sagrada donde yo nací, suelo bendito donde moriré...’ retumbaba en el pabellón de la capital. Ocurrió hace tan solo 15 días en el choque entre el Movistar Estudiantes y el San Pablo. Los curiosos que quedaban por el recinto grababan una escena que no se repetirá este domingo en la visita de los burgaleses a la cancha del Real Madrid. Al menos, no de forma tan masiva. El club blanco ya se ha encargado de poner trabas para que así sea y eso ha indignado a la ‘marea azulona’.

La hinchada burgalesa se hizo oír en la primera visita del San Pablo a la pista de los merengues hasta tal punto de que parecía que los visitantes jugaban en casa. Esa imagen no le gustó nada al Real Madrid y a la temporada siguiente no dio tantas facilidades para conseguir entradas. Este año la historia se ha vuelto a repetir en un intento de disuadir la llegada masiva de burgaleses.

De otra manera, sería imposible explicar el aumento del precio de las entradas. En el Fondo Goya, donde se colocan normalmente los castellanos, un ticket cuesta 31.20 euros en la página oficial del club. La misma localidad cuesta la mitad en la visita del MoraBanc Andorra tan solo  14 días después. Además, la web blanca tampoco permite conseguir dos asientos contiguos en esa zona, mientras que sí se puede hacer contra los de El Principado.

Esta circunstancia sería entendible si el aforo fuera limitado, pero la realidad es que el Real Madrid no ha superado los 9.000 aficionados en ningún encuentro de la Liga Endesa esta temporada y la capacidad del estadio supera las 17.000 localidades.
De ahí, que la ‘marea azulona’ haya mostrado su malestar e indignación a través de las redes sociales. Es más, la Peña Andrés Montes emitió un comunicado muy crítico con el Real Madrid por lo que entienden que «va en contra del baloncesto» y que no se corresponde con la grandeza del club.