La Enfermería, cara a cara ante la covid-19

GADEA G. UBIERNA
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Es la categoría profesional en la que más infecciones se han confirmado en Burgos, 167, porque también ha sido la más expuesta

La Enfermería es la categoría profesional en la que más infecciones se han confirmado en Burgos, 167, porque también ha sido la más expuesta. - Foto: Alberto Rodrigo

Noelia Gallego, Rocío Santamaría, Vanesa González y Noelia Cortezón conocen bien la realidad de la infección por el SARS-CoV-2 porque la han vivido. No por experiencia propia, pero sí en la cabecera de las camas de decenas de personas que se han contagiado y se han aferrado a ellas para salir adelante. Entre otras cosas, porque la enfermería es la categoría profesional que más contacto tiene con el paciente en cualquier planta de hospital, pero más en una de aislamiento por covid-19, en la que el personal sanitario es el único nexo con el exterior.

Prueba de esta mayor exposición al virus es que son los trabajadores sanitarios en los que más contagios se han confirmado mediante prueba diagnóstica (167, de los cuales 83 ya están de alta) desde primeros de marzo. 

Estas cuatro enfermeras ponen cara aquí a todo un colectivo, fuera de su horario laboral y una vez que lo peor de la pandemia ha pasado. Antes, no había tiempo para ello. Y si lo hacen ahora es para reivindicar el papel de la enfermería que, coinciden, ha sabido adaptarse a una situación para la que nadie estaba preparado y a una forma de trabajar diferente a la habitual. «Y lo han hecho sin quejarse, dando lo mejor de sí mismas», afirma la secretaria provincial de SATSE, Silvia López, destacando que una vez que se dé de alta al último paciente, habrá que pararse a reflexionar en lo sucedido para aprender de ello. «Y espero que lo hagamos, porque si algo ha evidenciado esta pandemia es que la enfermería es necesaria en todas las plantas, pero sobre todo en las unidades especiales. Servicios como Urgencias o UCI no se pueden dejar al límite de personal. Y tampoco determinadas unidades de hospitalización», remacha López.

En estas líneas las protagonistas explican cómo cambió la pandemia su día a día en el trabajo, cómo afrontaron el agobio y el estrés ante una situación en la que nunca se imaginaron pero también cómo entendieron sin que nadie se lo dijera expresamente que había que «hacer click y bregar» para que el tsunami del coronavirus no pudiera con ellas y con el sistema. La muerte de no pocos pacientes (en el HUBU 138, hasta ayer) ha sido la parte más difícil, saber que no se podía hacer nada más por ellos que darles la mano y arroparlos en el momento final, pero lo han hecho. Porque es su profesión y porque es lo que le correspondía a una etapa, de la que, a pesar de todo, dicen que han aprendido.