Rosalía Santaolalla

Sin entrar en detalles

Rosalía Santaolalla


Lo que no existe

13/01/2022

Dice el candidato del PP a la presidencia de la Junta de Castilla y León que las macrogranjas, como concepto, no existen. Nos ha amolao, que decía mi añorada Teresa Melgosa. Ojalá se quedara la cosa en un concepto y no fuera una realidad contaminante y maloliente. Ahora resultará que veintitantas organizaciones de distintos pueblos de la comunidad están protestando por capricho. Que no hay instalaciones con miles de cabezas de ganado hacinadas en naves generando al día cientos de litros de, con perdón, mierda y no hay riesgo de contaminación ni malos olores para esas comarcas. Pues igual alguien debería de avisarles de que se están inventando un drama. 

Eso o tiramos de hemeroteca -o escarbamos un poco en redes sociales- y descubrimos que, anda, pues sí que existen las macrogranjas, que todos los partidos las han llamado así hasta anteayer y que en muchos territorios se han comprometido a limitar su instalación porque parece demostrado que aportan más desventajas que beneficios a las zonas donde se ubican. Que se hayan tergiversado y exagerado unas declaraciones de Alberto Garzón no extraña nada -algunos estaban dispuestos a pillarse un coma diabético solo por llevarle la contraria cuando recordó algo tan obvio como que hay que limitar el consumo de azúcar- pero me van a tener que explicar qué beneficio político cree que va a sacar el Partido Socialista completando la línea de puntos marcada por el PP en esta polémica que no lo es. 

Eso sí, el tema ha permitido abrir un melón que sí está relacionado con Castilla y León. Así que habrá que pedirle al ministro de Consumo que nos dé vidilla en la precampaña y campaña electoral y que genere debates pronunciándose sobre la escasez de sanitarios, la dificultad para mantener población en todas las provincias de la comunidad o los modelos de desarrollo sostenible en las zonas rurales. ¿Existirán para Alfonso Fernández Mañueco los mega-aerogeneradores? Por si acaso, los que han pedido que sus pueblos sean zonas de exclusión eólica, no miren arriba.