Burgos tiene 15.200 viviendas más que al inicio de la crisis

L.M.
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El parque de pisos y casas en la provincia no ha dejado de crecer durante los últimos años y ya sobrepasa las 258.000 unidades

Burgos tiene 15.200 viviendas más que al inicio de la crisis - Foto: Luis López Araico

Antes del estallido de la burbuja inmobiliaria, a finales del año 2007, las grúas y las vallas de obra en solares, donde se levantaban miles de pisos, eran un elemento más del día a día de los españoles, y por consecuencia de los burgaleses. En los tiempos donde el crédito era casi universal, las viviendas florecían por todos los lados. Basta con echar un ojo a los datos del Ministerio de Fomento para darse cuenta del boom en el que se vivía; entre 2001 y 2007 se construyeron en Burgos 27.789, dejando la cifra total en 242.837. La época de vacas flacas, las dificultades económicas para muchas familias y la quiebra de numerosas empresas, sobre todo las relacionadas con el sector inmobiliario y de la construcción, podría hacer pensar que el mercado hubiera sufrido un parón hasta hace poco, pero según la estadística que manejan en Fomento es todo lo contrario.

Pese a que no se construye al mismo ritmo que hace doce años, desde 2007 hasta el 31 de diciembre de 2018 hay 15.281 nuevas viviendas en la provincia, un crecimiento cercano al 7%. Tanto enCastilla y León como a nivel nacional, el aumento del parque es muy similar, rondando ese mismo porcentaje. En la comunidad se contabilizan actualmente 1.749.430 pisos y casas, por los 25,7 millones que hay enEspaña. Valencia, Alicante, Madrid y Barcelona sobrepasan el millón de viviendas -en las dos últimas incluso los dos-, mientras que en Ceuta, Melilla, Soria, Palencia y Teruel, el parque no alcanza las 120.000.

«La gran diferencia entre la situación actual y la época precrisis económica es que cuando se pone hoy una grúa la viabilidad de esa promoción está garantizada porque ya hay un número de reservas suficiente, mientras que antaño se iniciaba la construcción sin apenas tener contratos firmados», asegura Óscar Ortega, presidente de la Asociación de Agentes Inmobiliarios de Burgos.

De las actuales, Fomento discrimina entre las principales y las no principales, dependiendo del grado de ocupación de las mismas. 155.806, el 60%, corresponden a hogares donde viven personas regularmente, mientras que el 40% restante, (102.312), responden a pisos o casas de segundas residencias, situadas en municipios o entidades locales menores.

expansión. Espacios de la ciudad como las inmediaciones del Bulevar ferroviario, sobre todo en la zona más próxima a la vieja fábrica de Cellophane, o los sectores entre el G-3 y Villímar viven en estos momentos un trasiego incesante de grúas, operarios, máquinas excavadoras y camiones. En este último entorno, por ejemplo, se están levantando estos días hasta once promociones, donde hay previstos 336 pisos.

Óscar Ortega desmiente que la construcción de viviendas en estas zonas, alejadas del centro de la ciudad, esté conllevando un abandono progresivo del mismo, y ofrece una explicación. «Muchas personas están censadas en municipios pero viven en la capital», indica.

Además, advierte de que otro de los factores que contribuyó al estallido de la burbuja inmobiliaria, la especulación, ha desaparecido por completo de las operaciones que lleva a cabo el sector. «Un buen porcentaje de los contratos cerrados en los primeros años eran especulativos, para revender posteriormente», admite el presidente de los Agentes Inmobiliarios. «El día que veamos, que no lo creo, que los inversores empiezan a interesarse de nuevo por las promociones habrá que echarse a temblar», advierte, asegurando que no tienen noticias desde su sector de posibles intereses de fortunas extranjeras en los activos o en el mercado de Burgos.