La industria bate récords de consumo de luz

L.M.
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En marzo registró una demanda de electricidad no vista desde hace años, lo que confirma su buen funcionamiento.FAEcritica que España siga penalizando a las firmas con el alto precio de la energía

Las pequeñas y medianas empresas, las pymes, verán cómo el recibo de la luz crece en las horas punta (10-14 y de 18 a 22 horas). - Foto: Valdivielso

Que la economía provincial se está sustentando en la industria para avanzar a un ritmo mayor que otros territorios tras el impacto de la pandemia es, cada vez más, un hecho irrefutable.Al progresivo descenso del desempleo en este sector se suma la ya casi inexistente presencia de ERTE activos o las contrataciones que se están produciendo desde hace meses.Además, a todo ello se acaba de unir un consumo eléctrico que no se registraba desde hace, al menos, dos años.

Durante el pasado marzo la industria burgalesa en su conjunto demandó 134,5 millones de kilovatios hora, una cifra que desde 2019, primer ejercicio del que la Junta -con estadísticas de Red Eléctrica- tiene datos desagregados, no se había llegado a alcanzar.

Sin embargo, la industria, especialmente las pequeñas y medianas empresas y los autónomos, temen que ese aumento de actividad y de consumo de energía provoque que la factura de la luz que pagan se dispare a partir del 1 de junio, una vez entre en vigor la nueva factura eléctrica.«España es uno de los países europeos que más cara tiene la electricidad, y si encima se va a incrementar más... mal vamos», critica Miguel Ángel Benavente, presidente de FAE. El Ministerio de Transición Ecológica ha diseñado una nueva estructura que reducirá los términos fijos pero aumentará los variables (peajes y el consumo en las horas punta), que crecerán hasta un 50%.Ello supone que consumir electricidad de 10 a 14 y de 18 a 22 horas será más caro que hasta ahora, lo que afectará tanto a empresarios como a los hogares.«Todo lo que sea más impuestos o gastos fijos van a frenar la salida de la situación en la que estamos inmersos», recuerda Benavente.

El volumen de consumo de la industria burgalesa en marzo, por ponerlo en contexto, fue más de una tercera parte de toda la electricidad que demandó el sector en el conjunto de Castilla y León, donde se alcanzaron los 473,9 millones de kWh. Si comparamos los datos de Burgos de ese mes con los de ese mismo pero del año pasado, el alza es más que notable, un 22,5%, aunque hay que recordar que desde el día 14 la imposición del estado de alarma desactivó a cientos de miles de pymes del sector, a la par que dejó casi al ralentí a las grandes multinacionales ante la caída drástica de producción.En cambio, si enfrentamos los datos de 2021 con los de 2019, el aumento siguen siendo significativo (un 12,6%) y ya sí dentro de unos parámetros mucho más semejantes. «Las grandes empresas tienen contratos con precios cerrados de antemano, por lo que hasta que no les toque volver a negociar las tarifas la subida no les afectará, ya que seguirán pagando como siempre», admiten en FAE.

Los servicios, al ralentí. Con respecto a los servicios, duramente castigados por las restricciones impuestas -véase cierre del interior o total de la hostelería, de los gimnasios o de los locales de los centros comerciales-, el sector va poco a poco recuperándose pero está aún lejos de los niveles de consumo prepandemia. De una demanda eléctrica que rondaba los 50 millones de kWh se ha pasado a los 48,6 de marzo, un volumen similar pero que no obstante es uno de los más altos desde el inicio de la crisis de la covid, solo superado por julio -en plena campaña estival y sin apenas restricciones- y enero -coincidiendo con las Navidades y el levantamiento de algunas medidas de control en la hostelería-.

Con respecto al consumo residencial, es decir, el que se produce en los hogares, este sí que ha repuntado sobre 2019, aunque ha disminuido sobre 2020.Si antes decíamos que la industria bajó su rendimiento con motivo del estado de alarma, esta misma cuestión, que provocó el confinamiento de la población, elevó el consumo en los domicilios durante el tercer mes del año pasado. Aquél entonces se demandaron 38,4 millones de kWh, mientras que un año atrás fueron 36.En el pasado marzo el consumo alcanzó los 37,6 millones. En el balance de esos tres meses pero de distintos años, el de 2021 ha sido el que en conjunto más electricidad se ha consumido sumando industria, servicios y hogares, 220 millones de kWh.