Tráfico instó a 150 mayores a dejar de conducir en 5 años

G. Arce
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Aunque suelen ser los conductores más prudentes, la elevada edad de los automovilistas es un factor de riesgo creciente

Tráfico instó a 150 mayores a dejar de conducir en 5 años - Foto: PABLO LORENTE

Los achaques de la edad suelen detectarse al volante cuando ya no hay remedio. Un despiste en una avenida o en una autovía llevan al conductor veterano a la confusión y a entrar en el carril contrario, con todos los riesgos que ello conlleva. En Burgos se dan casos puntuales, más en cuanto más envejece la población, incluso ha habido accidentes;en Galicia se juzga estos días a un anciano de 91 años que atropelló con su vehículo a un pelotón de ciclistas, matando e hiriendo gravemente a varios de ellos.

En 5 años, la Jefatura Provincial de Tráfico de Burgos ha iniciado 150 procedimientos para la retirada del carné de conducir por pérdida de aptitudes psicofísicas, la gran mayoría de ellos afectando a conductores de elevada edad y con sus facultades mermadas. 

La mayoría de estos expedientes se inician por la acción de un agente de la autoridad, principalmente de la Guardia Civil de Tráfico o de la Policía Local, que ha actuado en un siniestro, o ha observado una maniobra incorrecta o ha constatado que un conductor está despistado o no está en condiciones de coger un volante. En menor medida son los familiares del afectado los que alertan a la autoridad, abriendo en muchos casos un conflicto personal por las limitaciones que conllevará una retira del carné.

En lo que va de año y hasta esta semana se han iniciado 28 procedimientos, lo que conlleva la obligatoriedad de un reconocimiento médico exhaustivo del conductor en un centro especializado. De estas pruebas depende que el conductor sea considerado aún acto para conducir, o que se le impongan restricciones de horarios y distancias en el uso del coche o, en el caso más drástico, se proceda a la restricción de la vigencia del permiso de conducir.

En cinco años, 56 conductores han perdido el carné por causas psicofísicas, apenas un tercio de los que procedimientos iniciados.

Entre ambos supuestos media un periodo de alegaciones en el impera el derecho a la libre circulación de las personas y la autorización administrativa que permite conducir un vehículos. «Las condiciones para autorizar son muy amplias y restringirlas o negarlas requieren de una circunstancia muy obvia y que está regulada».

Es habitual también la presión de las familias que intentan que la retirada del carné no suponga un cambio drástico en el estilo de vida del anciano. 

«Estamos ante un mecanismo que es muy limitado, máxime con el progresivo envejecimiento de la población, pero es la herramienta jurídica que tenemos para detectar personas que no están en condiciones de circular», señala el jefe provincial de Tráfico, Raúl Galán. (Más información en edición impresa)