Un narco amante de los coches y con ingresos injustificados

F.L.D.
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El presunto cabecilla de la organización que tenía lazos con el narcotráfico gallego, J.R.L., cumplió condena hace años por asesinato. En su casa y un garaje hallaron varios vehículos de alta gama y prensas para cortar cocaína.

Un narco amante de los coches y con ingresos injustificados

El nombre de J.R.L. ya sonaba en la Comisaría Provincial antes de que la Policía Judiciaria les pusiese sobre la pista de sus posibles conexiones con el narcotráfico gallego y su papel como presunto cabecilla de un grupo radicado en Burgos que suministraba de cocaína al norte de España. Este individuo de 54 años ya cumplió condena por motivos similares hace años, también por el crimen del bar Chaplin de Miranda, y a los agentes les llamó la atención desde el principio de la investigación lo que consideraron un alto nivel de vida. Desde luego, en un garaje encontraron numerosos vehículos de alta gama que no todo el mundo se puede permitir pagar. Fue uno de los ocho detenidos en la operación adelantada hace una semana por Diario de Burgos y presentada hoy por el Delegado del Gobierno en Castilla y León, en la que se incautó el mayor alijo de droga en la historia de la provincia. 

Los agentes del Grupo de Estupefacientes de la Comisaría Provincial estuvieron siguiéndole durante aproximadamente cuatro meses. A esas largas esperas frente a su vivienda se unieron otras pesquisas a sus cuentas bancarias y su relación con Hacienda. Les sorprendió que una persona con ingresos injustificados pudiese permitirse un tren de vida que incluía una casa grande y lujosa, motos de agua y, sobre todo, coches.

Porque los vehículos parecen ser su pasión. En el registro de un garaje de su propiedad, hallaron decenas de coches de marcas como Mercedes, Aston Martin o la gama superior de Mitsubishi, preparados incluso para la competición. ¿De dónde sale el dinero para poder permitirse semejante flota? Eso es, precisamente, lo que tratan de averiguar los investigadores de la Policía Nacional.

Las primeras teorías apuntan a que, además de ser un amante de los coches alta gama, los utiliza para blanquear las grandes cantidades que obtiene de la droga. A veces con la compraventa de estos mismos coches, puesto que algunos son de segunda mano. Y esa línea de investigación surge a raíz del resto de enseres que encontraron en los diferentes registros practicados.

Es verdad que en su domicilio no encontraron más que 27 gramos de cocaína y 180 de hachís. Cantidades, según insisten fuentes consultadas por Diario de Burgos, compatibles para un consumo propio. Más sospechosa es la presencia de una máquina para cortar fardos de cocaína que también hallaron en inmuebles de su propiedad, así como una máquina de contar billetes.

También llamó la atención de los agentes dos walkie-talkies que, piensan, podría utilizar en las entregas y transacciones de droga. Y es que los ‘estupas’ llevan tiempo detectando camiones que pasan por la provincia acompañados de lo que llaman "lanzaderas": coches que actúan de avanzadilla para avisar de posibles controles. Pues bien, se cree que esos dispositivos servían precisamente para ayudar en esa función. Sus cuatro reuniones con el ciudadano bilbaíno al que le sorprendieron con 400 kilos de hachís en su casa, terminaron de unir los puntos.