«No me gusta nada que Sánchez negocie con Podemos y ERC»

F.L.D.
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Juan José Laborda ha promovido un manifiesto en el que varios políticos piden un pacto que permita no depender del independentismo

Juan José Laborda. - Foto: Alberto Rodrigo

Solo hacen falta cinco minutos de conversación con Juan José Laborda (Bilbao,1947) para comprobar cómo ha cambiado, y no precisamente para mejor, el perfil político en España. En la cabeza de este historiador, expresidente del Senado, prevalece la idea del bien común, que promovieron los padres de la Constitución Española, sobre el ‘qué hay de lo mío’ que parece imperar en los tiempos que corren. Prueba de ello es que, junto con otros parlamentarios constituyentes de 1977 de otras formaciones políticas ha promovido un manifiesto en el que piden un pacto que permita no depender de las fuerzas independentistas para afrontar los retos a los que se enfrenta el país en los próximos años. El escrito ha sido firmado por medio centenar de históricos del PSOE, como Alfonso Guerra, de UGT, como Nicolás Redondo, y de otros partidos políticos.    
¿Por qué han decidido alzar la voz y redactar este manifiesto?
Este documento surgió de diferentes encuentros que mantenemos cotidianamente antiguos parlamentarios de muchos partidos. Nos reunimos y vimos necesario hacer constar nuestra preocupación por la situación política y moral de España. Creemos firmemente que la Constitución es el marco para resolver los problemas de convivencia y de naturaleza política. Es un símbolo porque logramos aparcar las diferencias y llegar a un consenso para conseguir una mejora en la sociedad. Estamos convencidos de que no se puede, a estas alturas, dejar que un Gobierno esté condicionado por las fuerzas que no acatan la Carta Magna y que, incluso, quieren destruirla. Es hora de que los partidos aparquen sus aspiraciones electorales.  
Teniendo en cuenta los resultados electorales del 10-N, la única forma de encajar ese consenso es un pacto entre PP y PSOE.
Nosotros no entramos en esa cuestión. En la legislatura constituyente hubo un Gobierno monocolor que, aunque lo presidía Adolfo Suárez, tenía el apoyo de otros grupos. Contó con un programa económico que era consecuencia de los Pactos de la Moncloa. Por otro lado, el resto de partidos fuimos reivindicativos para que el Consejo de Europa nos admitiese inmediatamente. Es decir, tenía un importante apoyo de todas las fuerzas para salir del paso en una situación que era más complicada que la de hoy. Los que creen la Constitución y en la Unión Europea se tienen que poner de acuerdo, como hicimos nosotros entonces.    

¿Cómo está viviendo las negociaciones del PSOE con Esquerra Republicana?
Sinceramente, no me gustan nada. Estoy muy preocupado. No me siento identificado con las negociaciones que están llevando a cabo los dirigentes actuales, no solo con ERC, sino también con Podemos.

 

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