210.000 euros desterrarán la uralita del templo de Bisjueces

A.C.
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La Consejería de Cultura y Turismo acaba de sacar a concurso la renovación de la maltrecha estructura y la cubierta del templo BIC, protegido con placas de fibrocemento desde 2007

210.000 euros desterrarán la uralita del templo de Bisjueces

La iglesia de Bisjueces fue declarada Bien de Interés Cultural en 1991 y en 1993 se redactó un documento que analizaba su situación y alertaba de sus graves problemas. Al estar protegida, solo la Junta de Castilla y León podía hacerse cargo de las obras, pero hasta 2007 no llegó una primera actuación, con la que se restauró la estructura y la cubierta de su torre del siglo XIV. Entonces, sobre la nave principal se colocaron placas de fibrocemento como una solución provisional a la espera de tiempos mejores que, al fin, parecen haber llegado.

La Consejería de Cultura y Turismo invertirá 210.800 euros en este templo único por su portada flanqueada por los jueces Nuño Rasura y Laín Calvo -igual que el Arco de Santa María en la ciudad de Burgos- bajo un pórtico en forma de arco triunfal. Acaba de sacar a concurso las obras de renovación completa de la estructura y las cubiertas de la nave central, la sacristía, las trojes y la casa parroquial y las empresas interesadas tendrán de plazo hasta el 22 de junio para presentar sus ofertas.

El sacerdote Gerardo Sainz, ya fallecido, clamaba en 2007 por el estado de la iglesia y señalaba como llevaba más de una década peleando por él. A su sucesor, Juan Miguel Gutiérrez, le ha tocado trabajar otros 10 años más, pero juntos han logrado que la Junta de Castilla y León salve un templo que "ya será digno de ser visitado y de convertirse en un recurso turístico más de Las Merindades" como destacó el sacerdote.

210.000 euros desterrarán la uralita del templo de Bisjueces210.000 euros desterrarán la uralita del templo de Bisjueces

En marzo del pasado año, técnicos del Servicio Territorial de Cultura y de la Dirección General de Patrimonio vieron in situ el mal estado de la cubierta con una estructura que es puro desorden, como la describe el arquitecto redactor del proyecto, Félix Escribano. En ella hay vigas rotas, podridas o directamente desplomadas, con huecos que permiten entrar el agua a chorros y que llueva sobre los feligreses mientras se celebran las eucaristías. Los técnicos se comprometieron a dar solución a la iglesia del municipio de Villarcayo de Merindad de Castilla La Vieja y cumplieron su palabra. En junio estaba adjudicada la redacción del proyecto y en noviembre, firmado.

Una vez se adjudiquen las obras a una constructora, contará con 5 meses de plazo para la ejecución, aunque el presupuesto regional reparte el coste de las mismas en dos anualidades, 2021 y 2022. Se renovará completamente la estructura de madera de la cubierta que dejará de apoyarse en las bóvedas, como sucede ahora en muchos puntos. Con ello, el arquitecto espera acabar con las tensiones que han agrietado los muros de la iglesia y que también serán reforzados y consolidados. Asimismo, está previsto limpiar el moho que puebla las bóvedas del interior del templo por efecto de las fortísimas humedades que padece y renovar la instalación eléctrica.

Antes de esta intervención, la Consejería de Cultura y Turismo actuó en la torre, donde invirtió 92.300 euros en 2007. Diez años después, en 2017 renovó al completo la cubierta del pórtico y su bóveda, en la que las grietas eran llamativas e incluso se produjeron desprendimientos. Le dedicó otros 57.700 euros. En 2012 la parroquia asumió con apoyo del Ceder Merindades la restauración del retablo barroco con la esperanza de ver pronto restaurada la cubierta. Con esta intervención, aún sin cerrar a la espera de las bajas de las constructoras, el templo sumará cerca de 400.000 euros de inversión.