Suspenso y sanción a los alumnos de la UBU que copien

L.M.
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El Consejo de Gobierno modifica el Reglamento de Evaluación, que ahora contempla la posible apertura de expedientes disciplinarios o la calificación de cero en las 2 convocatorias

Los alumnos de la UBU que copien podrán llegar a enfrentarse a la apertura de un expediente disciplinario severo. - Foto: Patricia

La Universidad de Burgos ha decidido agarrar el toro por los cuernos y ahuyentar del todo a los alumnos que se planteen copiar en un examen, bien de la manera tradicional o bien mediante el uso de aparatos de telecomunicación. El Consejo de Gobierno de la UBU aprobó ayer la modificación delReglamento de Evaluación tras llegar a buen puerto las negociaciones iniciadas hace ya tres años con el Consejo de Alumnos (Caubu) y con los representantes de los docentes. «Pretendemos incluir en el articulado la regulación de aspectos novedosos que antes no se contemplaban ante la existencia de plagio o de utilización de dispositivos de telecomunicación no autorizados en las pruebas», aseguró Begoña Prieto, vicerrectora de Políticas Académicas, en referencia al empleo de móviles o pinganillos durante los exámenes. «Hasta el momento no habíamos tenido la necesidad de incluirlas, pero ha sido necesario ante algunas situaciones detectadas recientemente», confesó.

Tras la modificación de varios artículos del reglamento, será ahora el profesor el que, en los instantes previos a la prueba, autorice el uso de determinados dispositivos o no. En caso de detectarse su uso o tenencia, de manera contraria a las normas, conllevará la expulsión inmediata de la prueba, la calificación de cero en la convocatoria correspondiente -si se produce en la primera, la nota de la segunda seguirá siendo de cero-, sin perjuicio de la apertura de un expediente disciplinario, donde se entra ya en un régimen de sanciones bajo el criterio del Servicio de Inspección de la UBU. «Será considerada como fraudulenta la presentación de un trabajo realizada por otra persona como propio o la copia de texto», anunció Prieto.

 

REVISIÓN A FONDO

Aprovechando la ocasión, la Universidad de Burgos ha regulado aspectos que venían acarreando problemas durante los últimos años como la coincidencia de pruebas de evaluación, la existencia de más de una guía docente en ciertas asignaturas o los calendarios académicos diferentes para los estudiantes con movilidad. También se ha corregido la rigidez en las ponderaciones de las calificaciones finales que obtienen los estudiantes; el reglamento antiguo recogía porcentajes «rígidos» que ahora se han flexibilizado en cierto modo, lo que permitirá lograr más sobresalientes que hasta la fecha.También se revisará el número de trabajos que se exigen a los estudiantes por parte de los profesores en cada materia docente.