El Blasgón y Bodegas Ceres Villa de Aranda sigue sin levantar cabeza y alargó su mala dinámica de juego y resultados frente a un rival directo por la supervivencia en la Liga Asobal al caer por 28-21.

Ya en los primeros minutos de juego se vio un equipo muy atascado en ataque, con problemas para hacer circular la pelota y sin posiciones claras de lanzamiento. La amenaza de pasivo fue una constante en el siete visitante, que sólo encontró consuelo en el mal arranque que protagonizó de igual manera su rival en la tarde noche de ayer.

La entidad dirigida por Paco Bustos se estrelló una y otra vez frente al buen hacer del meta luso, Ricardo Pinto, en una puesta de largo escaso de ideas y goles (3-2). Se resintió el espectáculo frente a dos defensas muy intensas, casi calcadas, en las que el contactó se tradujo en una sucesión de amonestaciones y exclusiones.

La entrada en pista de Joao Pedro fue la peor noticia para el conjunto arandino, que se deshizo con el paso de los minutos. El central brasileño descosió el bloque defensivo planteado por Alberto Suárez y puso de manifiesto los problemas en la endeble muralla del cuadro visitante.

Su actuación encontró réplica en un Matheus de Novais que muy pronto comenzó a plantear la batalla por su cuenta. El partido tomó acento carioca con dos jugadores muy agresivos siempre dispuestos para armar el brazo. Sin embargo, Joao Pedro encontró pronto aliados para señalar las primeras ventajas significativas en el luminoso (9-6 en el minuto 25).

La reanudación del choque planteó un decorado muy similar, con el equipo dirigido por Paco Bustos, que asumió su papel de favorito y supo hurgar en la herida del arandino. Juan Castro estableció el puesto de mando con comunicación constante sobre los extremos mientras Joao Pedro castigó con lanzamientos exteriores. Argumentos más que suficientes para situar la máxima diferencia a falta de dieciocho minutos (20-12).

El equipo de Aranda reaccionó a base de casta y un cambio en su sistema para ensuciar la circulación de balón del ataque local. La variante hizo mella en las conexiones del Ángel Ximénez y sirvió para acercar distancias en el marcador. Un parcial 1-5 que tuvo como protagonista anotador a Javi García fue el último intento del Blasgón y Ceres por hacer saltar la sorpresa en Puente Genil.

La reacción local no se hizo esperar, después de un tiempo muerto solicitado por el preparador cordobés. Su primera unidad ingresó de nuevo en la pista y dio la réplica. Castigó de nuevo los errores en la selección de tiro del equipo arandino.