La Policía Nacional ha concluido que el vecino de Capiscol de 45 años que fue hallado tendido en un charco de sangre e inconsciente en la carretera de Logroño, junto al concesionario Ureta Motor de Mercedes, ayer por la tarde, se autolesionó. El hombre, que presentaba un profundo corte en el cuello, pudo ser estabilizada por el equipo sanitario de una UVI móvil, que lo evacuó una hora después al Hospital Universitario de Burgos.

Veinte minutos después, los efectivos policiales recibieron otro aviso en la glorieta de Santa Bárbara, junto al Telepizza del parque de los Poetas. Allí fue atendido un varón de 30 años, con un corte en el brazo, al parecer también por una posible agresión. Los investigadores también han buscado alguna conexión entre ambos sucesos, dada su correlación en el tiempo y proximidad, pero también se descarta. 

El primer aviso fue recibido por el Servicio de Emergencias 1-1-2 Castilla y León a las 20.06 horas, momento en el que las calles se empezaban a llenar de gente paseando y haciendo deporte. Fue precisamente un viandante el que se percató de que había alguien tendido en el suelo y herido. De inmediato, varias dotaciones de Policía Local y Nacional acudieron a esta zona industrial y socorrieron a la víctima, para después acordonar la zona y comenzar la investigación en busca de pruebas.

El hombre fue encontrado sin conocimiento en esta esquina, aunque la herida se la produjo al fondo de la calle. - Foto: Luis López Araico

Durante muchas horas, hasta bien entrada la madrugada, los profesionales de la Comisaría de Burgos han trabajado con la hipótesis de que hubiera terceras personas implicadas en este hecho. El lugar, escondido, invitaba a pensar que podía haber sido escogido para un encuentro discreto con algún fin poco claro. Efectivos de la Policía Científica y de la Brigada Judicial emplearon horas en el lugar de los hechos tomando muestras y fotografías, ante la ausencia inicial de testigos. También requirieron a los responsables de empresas del polígono de la carretera de Logroño el visionado de las cámaras de seguridad. En las imágenes se veía a algunas personas caminando por el entorno, que tiene una entrada y salida por el bulevar, pero nada sospechoso. Por este y otros indicios recopilados, todo apunta a que se trata de un intento de suicidio.

(Más información, en la edición impresa)