Primeros cafés con vistas a la normalidad

F. TRESPADERNE
-

Diario de Burgos se pasea, charla y toma café con los vecinos de las seis zonas básicas de salud que ayer entraron en la fase 1: Valles de Sedano, Losa y Mena, Pampliega, Espinosa de los Monteros y Quintanar. También visita Treviño

Disfrutando de un café en una terraza, ayer en Orbaneja del Castillo, con el beso de los camellos de fondo. - Foto: Alberto Rodrigo

Hasta que no abran las fronteras provinciales y se permita viajar a las segundas residencias no va a cambiar nada, todo sigue prácticamente igual que la semana pasada y hemos decidido  abrir el bar para dar un servicio a los vecinos del pueblo», afirma Luis Miguel Llana quien, junto a su esposa Sonia Valverde, regenta ElGallinero, el único establecimiento de hostelería de Orbaneja del Castillo que ayer decidió abrir y ofrecer su servicio de terraza, dos mesas con una vistas espectaculares que invitaban a no levantarse y a disfrutar de los famosos camellos besándose.

La misma reflexión hacía Katy Manjón, que regenta el bar de la Estación de Servicio Ebro, en Quintanilla Escalada, mientras servía a los primeros clientes que ocupaban dos de las mesas de una amplia terraza, y Juan Manuel Díaz, propietario del hotel Puente Romano, de Quincoces de Yuso, que tras elaborar comida para llevar a domicilio abrió parte de la terraza a primera hora de la tarde para atender a tres agricultores de la zona.

La apertura de estos tres establecimientos, el resto no tiene ninguna intención de hacerlo en los próximos días, fue el único cambio que experimentaron los vecinos de los valles de Sedano y de Losa hace la nueva normalidad en la que han entrado, a través de la fase uno. En el resto de actividades económicas y sociales ningún cambio, calles desiertas, y vecinos en sus casas que solo salen o se asoman a la puerta cuando llega el panadero. «Es el único que entra todos los días al pueblo y lo hace con todas las medidas de seguridad, e incluso por la noche mete las monedas en lejía para evitar posibles contagios», señala una vecina de Quintanilla Escalada mientras disfruta de su segundo café en la terraza.

Luis Miguel, Katy y Juan Manuel, aunque con muchas dudas e incertidumbre sobre el futuro de sus negocios, pudieron abrir su puertas y ver la luz a final del túnel, «aunque todavía nos quedar un largo trecho por recorrer», aseguran mientras sus primeros clientes disfrutan de la libertad que ofrecen una terrazas que se han convertido en centros de reunión y convivencia, tras casi dos meses de confinamiento., para unos vecinos con ganas de hacer vida social y tomarse algo mientras esperan la llegada del panadero.

(Este reportaje completo y otros por las otras zonas 'abiertas' de la provincia, con amplio despliegue gráfico, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)