¡Que viene La M.O.D.A. al pueblo!

ROBERTO E. MAESTRO
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Acondicionar un párking, hacer pancartas, colocar barras y carteles... Los vecinos de Quintanilla del Coco, donde solo viven 18 todo el año, se preparan para un concierto que prevé superar los 3.000 asistentes

Los vecinos han elaborado carteles de agradecimiento por todo el apoyo recibido tras el incendio del pasado verano. Una vez más, la M.O.D.A. muestra su compromiso con el medio rural. - Foto: Jesús J. Matías

¡Que viene la M.O.D.A. al pueblo! Los nervios, la tensión y la alegría previos a un gran acontecimiento se mezclan entre los vecinos de Quintanilla del Coco. Nadie se quiere perder la cita, pero hacen falta muchas manos para tener todo listo para cuando la exitosa banda burgalesa salte al escenario. Durante el invierno apenas quedan 18 personas viviendo, por lo que aún les cuesta mucho imaginarse que por sus calles pasarán hoy más de 3.000 almas para escuchar a los chicos de la camiseta blanca. «Nos ha tocado la lotería», resumen.

Elaborar los carteles de bienvenida, crear las señales para que nadie se pierda, colocar los baños portátiles, preparar el párking o poner las barras para que ningún asistente se quede con sed son solo algunas de las tareas que han realizado durante los últimos días los vecinos de este pueblo de la comarca del Arlanza. Ayer ultimaban todos los preparativos y hoy llegan los food truck para que quienes lo deseen puedan merendar o cenar allí. A partir de las 21 horas comenzará el concierto de la Maravillosa Orquesta del Alcohol, pero desde primera hora de la tarde se espera que comience el ajetreo. 

Todo comenzó con la búsqueda de un gran grupo para el 22 de julio, fecha en la que realizarán una 'fiesta' con múltiples actividades para recordar el devastador incendio ocurrido el pasado verano.

Los carteles que anuncian la llegada del grupo lucen por todo el pueblo.Los carteles que anuncian la llegada del grupo lucen por todo el pueblo. - Foto: Jesús J. Matías

«Queríamos un grupo para gente joven como La M.O.D.A. por todo lo que transmite y su unión al medio rural», explica Eva Alonso, que ha sido una de las encargadas de mover la cita. Sin embargo, la gira que tenían les impedía acudir ese día. Desde Quintanilla del Coco no se rindieron y al final consiguieron su premio, pero tocaba guardar el secreto y hasta hace un par de semanas no se pudo comunicar. Un verdadero reto, que se ha sacado adelante con la unión de los vecinos. Además, será solidario para paliar algunos daños del fuego.

Marina Palacios maneja las redes sociales como nadie y a ella se recurre también cuando hace falta una buena foto. Tiene toda la ilusión del mundo para esta noche. «He estudiado con alguno de ellos, he ido a sus conciertos cuando empezaron y ahora ver cómo han crecido y que acaben en tu pueblo es increíble», comenta la joven. Le ha escrito gente de diferentes puntos del país, desde Madrid a Jaén, y sospecha que acudirá algún autobús. Eso sí, han querido aprovechar para promocionar toda la zona y anunciar los alojamientos cercanos -en Lerma, Santo Domingo de Silos o Covarrubias- para que la gente se pueda quedar a dormir.

Más fotos:

Elena, Begoña, Eva, Marina, José Mari, Sonia o Domingo, algunos de los ayudantes.
Elena, Begoña, Eva, Marina, José Mari, Sonia o Domingo, algunos de los ayudantes. - Foto: Jesús J. Matías
En el aparcamiento entran unos 1.500 vehículos. Luego, se habilitarán las eras.
En el aparcamiento entran unos 1.500 vehículos. Luego, se habilitarán las eras. - Foto: Jesús J. Matías

«Aquí hay comida y bebida para todos», avisa el alcalde, Domingo del Pozo, para dejar claro que está todo el mundo invitado. Nada le hace más feliz que ver su pueblo lleno. La M.O.D.A. logró abarrotar el pasado verano Pampliega, Covarrubias y Poza de la Sal. Hoy volverán a demostrar en Quintanilla del Coco su lucha por dar vida al medio rural y reclamar que la cultura se alza como un derecho básico, «se viva en una gran ciudad o en un pueblo pequeño». Y mañana cerrarán esta minigira en Sedano. Un honor verse en el mismo cartel que ciudades como Málaga, Bilbao, Barcelona o Madrid. Después de todo el camino, llega el momento de disfrutar.