El Ayuntamiento de Briviesca ha penalizado a Galitec, la empresa encargada de ejecutar las obras de la primera fase de las piscinas, con un expediente sancionador por el retraso que arrastran las labores de rehabilitación de los vasos y de la instalación. Marcos Peña, teniente de alcalde del municipio, que actualmente ocupa el cargo de alcalde en funciones, declara que se está tramitando un expediente de penalidad por demora. «Solicitamos una justificación a la empresa por la tardanza en los trabajos y no nos convenció la respuesta», declara.
Así, el Consistorio ha optado por tomar cartas en el asunto y no dejar pasar el tiempo sin aclarar el problema con la compañía. «El director de la obra realizó un informe del estado en el que se encuentran las obras y por lo que hemos comprobado todavía quedan trabajos por concluir», manifiesta el edil. Desde Galitec alegan que la tardanza se debe a la crisis sanitaria de coronavirus y al parón en la actividad al que se vieron obligados a realizar.
No obstante, el alcalde la ciudad, Álvaro Morales, comunicó en junio que «las obras de las piscinas acabarán previsiblemente a mediados o finales de julio tras un retraso de cinco semanas en los trabajos de reforma y resultará muy difícil su apertura debido a las condiciones sanitarias y de aforo exigidas». Un mes más tarde las peores premisas se cumplen: instalaciones a medias y unas piscinas inutilizables. Los trabajos se adjudicaron a principio de año con un plazo de ejecución de cuatro meses. Comenzaron a mediados de febrero y estaba previsto que acabaran al inicio de la temporada estival.
La empresa contratada alegó en su día que habían sufrido complicaciones a la hora de comprar y recibir material, en concreto los filtros, por lo que sin su colocación no se podría cerrar el forjado ni hormigonar. «El retraso es una vergüenza. La paralización de los empleos esenciales en medio de la pandemia justifica los días que los operarios no trabajaron y dando un poco de manga ancha podría entender otras dos semanas más sin faenar. Pero lo que no se puede permitir es que estemos ya casi en septiembre y todavía falten actuaciones que rematar», explica el teniente de alcalde.
El Ayuntamiento ha fijado una cantidad -que este periódico desconoce- que corresponde a la penalización por la demora. Así, una vez se tramite el expediente, el Consistorio dejará de pagar un porcentaje del importe total del presupuesto de la obra, que asciende a 369.900 euros más IVA. Por el momento, el equipo de gobierno desconoce como se desarrollará el proceso y si se alcanzará algún acuerdo ya que la empresa tiene derecho a oponerse. «Hasta que todo quede resuelto pasará tiempo. Actualmente está abierto el periodo de alegaciones y en caso de que presenten alguna, habrá que resolverla», aclara Peña.
segunda fase. El Ayuntamiento briviescano lanzó de nueva la licitación para contratar la segunda fase de la reforma integral de las piscinas -con un presupuesto base de 788.092 euros y un plazo de ejecución de nueve meses- y ha fijado el 27 de agosto fecha límite para presentar las ofertas. Algunos vecinos tiene miedo de que los trabajos no puedan ejecutarse a tiempo y que el próximo verano no dispongan de unas instalaciones acuáticas operativas.
Marcos Peña, augura que no volverá a ocurrir lo mismo. Sin embargo, en el supuesto caso de que las labores se alarguen en el tiempo, «no tendríamos problema para abrir las piscinas porque esta parte incluye dar forma el conjunto deportivo con un edificio para ubicar los vestuarios, almacenes, varios despachos para labores administrativas y una cafetería. Las instalaciones podrán funcionar aunque el bar no esté terminado porque no afectará al baño», concluye.