Más de un año después de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) dejara en manos de los jueces españoles la decisión sobre demandas de hipotecas sujetas al IRPH, los abogados se mantienen a la espera de que haya una jurisprudencia clara. Básicamente porque desde entonces las sentencias han sido contradictorias y casi nadie se atreve a dar el paso ante la posibilidad de perder el pleito. Así pues, al subidón de asuntos que llegaron en 2019 al Juzgado de Primera Instancia 4 de Burgos, especializado en materia bancaria, le siguió un pequeño descenso el pasado ejercicio también motivado por la crisis de la covid-19. Este órgano es uno de los que mejor funciona en Reyes Católicos, pues tiene una de las pendencias más bajas y suele resolver más de lo que ingresa. La mayoría de las sentencias han sido favorables a los clientes.
De las 4.485 sentencias que ha dictado el juzgado de cláusulas suelo de Burgos desde su especialización en el año 2017, 4.385 han sido estimatorias para los afectados, según los datos facilitados por el Consejo General del Poder Judicial. Esto significa que los clientes ganaron el 97,7% de los juicios, todos ellos procedimientos ordinarios. En las cifras se observa cómo ha ido evolucionando el nivel de asuntos en Primera Instancia 4 y cómo las magistradas han ido cogiendo velocidad de crucero una vez las instancias superiores han sentado jurisprudencia.
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