Tanto en Urgencias como en las plantas de hospitalización y en la UCI del HUBU constatan a diario lo que cuesta dejar atrás el coronavirus. En estos tres ámbitos hospitalarios están volviendo a ver a pacientes dados de alta, no por una reinfección del SARS-CoV-2, sino por complicaciones en la convalecencia. En el complejo asistencial, de hecho, confirman que ya han tenido que volver a ingresar a 14 personas que en un momento dado se consideró que estaban suficientemente recuperadas como para seguir el tratamiento en casa, con apoyo desde el centro de salud.
El principal motivo de reingreso es la dificultad para respirar, pero no es el único, dado que se sabe que la covid-19 (y la respuesta inmune del organismo a la infección, a veces exagerada) provocan daños en otros órganos. En Urgencias, por ejemplo, se está viendo a gente con la capacidad respiratoria muy comprometida, a personas con placas que revelan que hay neumonía y no termina de curar, pacientes con repentinos y tremendos dolores de cabeza, problemas en los ojos... La casuística clínica es variada, pero todos tienen el denominador común de haber tenido que lidiar con la enfermedad del coronavirus.
La estancia media de un ingresado en planta con evolución favorable ronda las dos semanas; el doble si tiene tales complicaciones como para requerir atención en la UCI. El gerente del HUBU, José María Romo, explica que, una vez que se ha estabilizado y reúne las condiciones clínicas para continuar el tratamiento en casa, se valora la situación personal, familiar y social. Básicamente, para saber si es posible mantener un aislamiento estricto en casa y si se cuenta con los apoyos suficientes para garantizar cuidados mínimos. En caso afirmativo, el paciente sale del hospital, pero incluso en los casos más leves pasan varias semanas hasta que se le puede dar el alta médica. Y hay veces en las que, como corrobora esta información, el enfermo tiene una recaída que obliga a ingresarlo de nuevo. «Hay algunos casos en los que la enfermedad se vuelve muy agresiva», señala Romo.
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